Están convencidos, o al menos eso dicen, de que el oro y los fondos bloqueados en el exterior de Venezuela no pasarán al régimen de Maduro cuando expulsen, por la puerta de atrás de la Presidencia interina, a Juan Guaidó como «presidente encargado».
La oposición que en 2019 logró lo imposible, ahora apuesta por eliminar al hombre que se ha jugado la vida y consiguió, como nunca antes, poner entre las cuerdas a la dictadura venezolana.
«La protección de los activos en el extranjero está garantizada», defienden satisfechos como si esa cuestión fuera la definitiva para la salvación del país.
«Con la reforma del estatuto que rige la transición a la democracia, la protección de los activos del Estado venezolano en el extranjero está garantizada. Estos nunca llegarán a las manos del régimen. Así lo hemos verificado con nuestros aliados internacionales», remarcaron en un comunicado conjunto los partidos Acción Democrática, Movimiento por Venezuela, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo.
El pasado jueves, -recuerda Efe- un total de 72 exdiputados de los 112 que respaldaron a Guaidó en 2019 votaron en favor de modificar el «estatuto de transición» -la hoja de ruta creada hace casi cuatro años- para eliminar la figura de la presidencia interina, una decisión que deberá ser ratificada este jueves.
Los opositores a favor de suprimir el interinato ratificaron esta postura en el escrito difundido hoy y aseguraron que harán uso de su mayoría este jueves para aprobar y que se materialice «institucionalmente» la posición que han hecho pública.
El grupo insistió en que este cambio «no modifica» la posición en torno a la ilegitimidad del Gobierno de Nicolás maduro, al que tildan de dictatorial, y que se mantendrán en la lucha para lograr «elecciones libres».
La llamada «presidencia encargada» cuenta con el reconocimiento de Estados Unidos y un grupo de países en los que Venezuela tiene cuentas y riquezas, las cuales han sido manejadas por el «gobierno interino» en el último cuatrienio.