La batalla por Bajmut se recrudece y Ucrania parece tener todas las de perder. Al menos, eso es lo que sugieren los indicios y advierten los expertos internacionales.
El Ejército de Zelenski hizo saltar por los aires un puente que comunicaba la ciudad de Bajmut con la de Kostiantínivka, que se encuentra bajo control de Ucrania. El objetivo sería retrasar el avance de los mercenarios Wagner más que el de las tropas rusas, rezagadas en este frente del este. La decisión se interpreta como un aviso de retirada de su ejército aunque el gobierno se resiste a reconocerlo.
Oficialmente Ucrania insiste en que no abandonará una plaza tan emblemática como Bajmut, pero no son pocas las voces que se alzan para advertir lo contrario.
La resistencia, con escasez de recursos humanos y materiales, parece tener un límite y ese llegaría justo en vísperas de que se cumpla el primer año de la invasión. Los analistas advierten que antes del 24 de febrero Bajmut, salvo sorpresa, caerá.
La conquista de esta emblemática plaza supondría un balón de oxígeno para Vladimir Putin que cosecha derrota tras derrota en su Operación Militar Especial, eufemismo con el que insiste en referirse a la guerra desatada por su exclusiva decisión.
Seis meses de combate
El ejército ruso lleva seis meses protagonizando intensos combates en este enclave oriental. La ofensiva se ha intensificado en los últimas días, especialmente después de que Zelenski burlará las tropas rusas y viajará sin contra tiempos a Londres, París y Bruselas.
El presidente de Ucrania admitió a principios de semana que la situación es «extremadamente difícil», en especial en Donets y Lugansk, las dos repúblicas anexionadas por el Kremlin. «Es literalmente una batalla por cada metro de tierra ucraniana».
El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg resumió el escenario: «Está claro que estamos en una carrera logística».
John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, reconoció que las fuerzas rusas han recuperado terreno y vitalidad en los últimos días en su objetivo de conquistar Bajmut. La estrategia que sigue el ejercito ruso, según EE.UU. ahora es avanzar con la infantería.
Combates cuerpo a cuerpo
Serhiy Cherevaty, portavoz de Ucrania que cita el diario The Guardian, declaró que Rusia había cambiado la estrategia y ahora buscaba los combates cuerpo a cuerpo y evitaba poner en riesgo sus maltrechos blindados. De este modo, avanzaba con reducidos grupos tácticos y forzaba a los ucranianos a la lucha sobre el terreno. «En Bajmut prefieren depender de la mano de obra que de los carros de combate», resumió.
Desde junio se registran enfrentamientos en lo que parece convertirse en la batalla más sangrienta de la guerra. Las imágenes en las redes sociales, así como las informaciones difundidas por diferentes fuentes internacionales advierten que las bajas ucranianas se han multiplicado en esta batalla. En especial desde el pasad mes de octubre que el Kremlin decidió movilizar, por las buena so por las malas, a decenas de miles de hombres