Montaje | Biden se aleja de la 'Agenda 2030' y aprueba un polémico macroproyecto petrolero en Alaska
Estados Unidos
Biden se aleja de la 'Agenda 2030' y aprueba un polémico macroproyecto petrolero en Alaska
Se trata de un gigantesco plan de perforación petrolera cuyo presupuesto ronda los 8.000 millones de dólares y tiene como objetivo la producción de 180.000 barriles de petróleo diarios
El pasado económico de Alaska estuvo marcado por la masiva exportación de petróleo. Tras años de decadencia del sector en el estado americano y ante una crisis energética que asola Occidente, Joe Biden ha aprobado un macroproyecto de extracción de petróleo y gas en Alaska.
Esta iniciativa del presidente de Estados Unidos contrasta con su compromiso con la 'Agenda 2030', ya que el mandatario anunció el pasado mes de noviembre que su intención era recortar un 87 % las emisiones del sector energético de su país hasta el año 2030 respecto al 2005.
El Gobierno de Washington ha dado ya su visto bueno a la realización del conocido como Proyecto Willow. Se trata de una gigantesco plan de perforación petrolera en el estado de Alaska, cuyo presupuesto ronda los 8.000 millones de dólares. El objetivo estadounidense es producir hasta 180.000 barriles de petróleo por día en su máximo rendimiento.
El proyecto se localizará en la Reserva Nacional de Petróleo de Alaska, perteneciente al Gobierno federal, y se empezará a extraer petróleo en tres zonas diferentes.
Este plan generará 250.000 empleos en su fase de construcción y otros 300 permanentes
La compañía que encabeza el proyecto, ConocoPhillips, confía en que la nueva explotación petrolera genere un gran número de puestos de trabajo y que la inversión local aumente exponencialmente. Además, defiende que Alaska posee unas reservas de petróleo de más de 2.400 millones de barriles, con lo que, tras esta nueva perforación, se podría abastecer no solo a los estadounidenses, sino a muchos otros países que hoy en día dependen de Rusia en términos energéticos.
La crisis energética que ha derivado del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania ha desatado una recesión económica y una subida genérica de los precios histórica. Expertos aseguran que si Occidente deja de depender de Rusia para abastecerse en energía, los precios del mercado se reducirían. Esta es una de las razones por las que los defensores del Proyecto Willow luchan por la pronta puesta en marcha del mismo.
Asimismo, el gigante petrolero ha anunciado que este plan generará 250.000 empleos en su fase de construcción y otros 300 permanentes cuando el proyecto esté en funcionamiento.
La aprobación de este proyecto es una victoria para el Gobierno Federal de Alaska, así como para una coalición de tribus y nativos de Alaska que se posicionan a favor del proyecto como nueva fuente de ingresos y empleo.
Crítica de los ecologistas
La 'cara b' del asunto viene de la mano de los grupos ecologistas, que no han dudado en criticar el doble rasero de Biden al defender ambiciosos objetivos climáticos mientras lanza toneladas de carbono a la capa de ozono con este nuevo proyecto.
En concreto, Willow liberaría 9,2 millones de toneladas métricas al año de contaminación por carbono, lo que equivale a 2 millones de automóviles de gasolina circulando por las carreteras.
Se prevé que los ecologistas impugnen el proyecto ante los tribunales. De hecho, Earthjustice, grupo de defensa del medio ambiente, ya ha estado preparando un caso contra Willow. La presidenta de esta organización, Abigail Dillen, no dudó en criticar a Joe Biden y la decisión que éste ha tomado respecto al futuro de Alaska.
Dillen sostuvo que «estamos demasiado avanzados en la crisis climática como para aprobar proyectos masivos de petróleo y gas que atentan directamente contra la nueva economía limpia que el Gobierno de Biden se comprometió a impulsar». Asimismo, la presidenta criticó al mandatario que «está aprobando un proyecto que descarrila sus propios objetivos climáticos».
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