El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, visitó ayer Alemania para pronunciar un discurso sobre el futuro de Europa. Un año después del estallido de la guerra en Ucrania, la Unión Europea se encuentra en un punto de inflexión histórico y sus líderes necesitan una visión audaz para retomar el rumbo.
Parte de la ofensiva diplomática de Morawiecki consiste en el intercambio de ideas con estudiantes y académicos de la Universidad de Heidelberg para el futuro desarrollo de la UE, a los que se sumaron representantes de organismos políticos alemanes y medios de comunicación europeos.
El líder polaco aprovechó la ocasión para cuestionar la perpetración de los valores europeos tras la invasión rusa y puso sobre la mesa el dilema de si los Estados miembros y el resto de los países europeos serán capaces de contrarrestar el apetito insaciable de Vladimir Putin por la dominación de territorio.
La conferencia se centró en cuatro puntos fundamentales para el futuro de Europa: qué nos enseña la historia europea, la importancia de la lucha de Ucrania contra Rusia, qué son los valores europeos y qué los amenaza en la actualidad y, por último, cómo puede adoptar Europa el papel de líder mundial.
El reto de la guerra
La seguridad es el mayor reto al que nos enfrentamos actualmente. La guerra no sólo supone una amenaza para Ucrania, sino también para toda Europa y sus valores. Por ello, la lucha de Zelenski por conservar dichos valores determinará el futuro de todo el continente.
«La lucha de los ucranianos por el derecho a la libre determinación nacional es otra manifestación heroica de la defensa del Estado–nación y la libertad», declaró Morawiecki. «Desde el 24 de febrero de 2022, los ucranianos luchan por su libertad y la de toda Europa. Nuestro futuro también depende de cómo se desarrolle esta guerra. La derrota de Ucrania sería la derrota de Occidente».
«Hoy en día –prosiguió–, Europa es testigo de crímenes cometidos en nombre de una ideología antinacional. Esto es lo que motiva a Putin: el deseo de eliminar toda diferencia, aniquilar todas las identidades nacionales y fundirlas en el gran imperio ruso».
Nuevos objetivos
Para el primer ministro polaco, la diversidad y la unidad son cualidades que siempre han caracterizado y fortalecido a Europa. «Debemos proteger nuestro patrimonio espiritual, que consiste en docenas de tradiciones culturales y lingüísticas diferentes. Es la diversidad lo que ha fortalecido a Europa a lo largo de los siglos. Compartimos valores comunes, pero cada nación tiene su propia identidad».
Por otro lado, Morawiecki expresó su deseo de fortalecer también los Ejércitos de los países europeos con el pretexto de que «podemos caer con facilidad: culturas fuertes y dictaduras duras de otros rincones del mundo lo están esperando». De esta manera, el líder polaco hizo hincapié en la importancia de que ningún país de Europa necesite ayuda militar exterior en caso de ataque.
Durante el discurso, Morawiecki mostró su predisposición por construir una Unión Europea más cohesionada en el interior y más impactante en el exterior y destacó que el proeuropeísmo se expresa en «nuestra mentalidad de ampliación», no en centrarnos en nosotros mismos y en la centralización de la UE.
El primer ministro concluyó la conferencia con un mensaje esperanzador para los europeos: «Europa aún no está perdida. Si trabajamos duro, prevalecerá. ¡Europa saldrá victoriosa!».