En un pueblo ruso conocido como Yefrémov, los murales patrióticos y la propaganda contrastan con el dibujo de una niña en contra de la guerra. La pequeña Masha, que entonces tenía 12 años, pintó el dibujo en marzo de 2022 y desde la escuela en la que estudiaba llamaron a la Policía.
La investigación comenzó por el análisis de las redes sociales del padre de la menor, Alexei Moskalev. En ellas se encontraron varias publicaciones en contra de la invasión rusa de Ucrania que fueron sancionadas con una multa de 32.000 rublos (unos 385 euros) por desacreditar al Ejército ruso.
La represión del Kremlin contra los ciudadanos que piensan diferente cada vez es más fuerte. Hace una semana se ha vuelto a abrir una nueva acusación mucho más severa contra Alexei, por publicaciones en las redes sociales en contra del Kremlin.
La justicia rusa ha separado a Alexei –bajo arresto domiciliario y pendiente de una posible pena mayor– de su hija Masha, que ha sido enviada a un hogar de niños.
El acusado solo tiene permitido hablar con su abogado, el investigador y el servicio penitenciario de Yefrémov.
Dibujo de Masha Moskaleva en contra de la guerra en UcraniaOlga Podólskaya.
«Está muy preocupado porque su hija no está con él. Todo en el piso le recuerda a ella. Está preocupado por lo que le pueda estar pasando» declaró Vladimir Biliyenko, el abogado de Alexei.
Masha, separada a la fuerza de su padre, se encuentra en un hogar infantil totalmente incomunicada. Nadie, ni su padre, ha visto a la menor desde hace tres semanas.
«Los servicios sociales parecen obsesionados con esta familia. Creo que es puramente por razones políticas. Los problemas de la familia comenzaron después de que la niña dibujó esa imagen» añadió el abogado.