Bajmut se ha convertido en una ratonera tanto para rusos como para ucranianos. Esta ciudad de Donetsk, sin ningún valor estratégico, protagoniza una lucha de egos. Ni Ucrania ni Rusia están dispuestos a dar por vencida la batalla, a pesar de que ambos se encuentran estancados, según revela un nuevo informe de la Inteligencia británica.
La ofensiva rusa se habría estancado en gran medida «como consecuencia del desgaste extremo» de las fuerzas rusas en Bajmut, a juicio del Gobierno británico. Asimismo, el Ministerio de Defensa británico admite que Ucrania ha sufrido grandes pérdidas durante su defensa.
Desde Londres, achacan la parálisis del avance ruso en la ciudad de Donetsk a las crecientes tensiones entre el Ministerio ruso de Defensa y el grupo privado de mercenarios Wagner, que tienen tropas en esa zona. El jefe de los mercenarios, Yevgeny Prigozhin, amenazó con retirarse de toda Ucrania, precisamente por las malas relaciones con el Kremlin.
Prigozhin acusa, sobre todo, al Ministerio de Defensa ruso de un «boicot» contra el grupo, que se traduce en el corte de suministros y de las comunicaciones. Además, la prohibición de reclutar mercenarios de las cárceles rusas ha encendido, aún más, al líder del Grupo Wagner. Así las cosas, Rusia está sufriendo esta tensa situación en el frente ucraniano, más concretamente en Bajmut.
Por ello, Moscú ha decidido variar su «foco operacional» hacia Avdiivka, al sur de Bajmut, y a Kremina-Svatove, en el norte, que son «áreas donde Rusia solo aspirar a estabilizar el frente», según informa Reino Unido.
En una entrevista ayer con Radio Libertad, el jefe de la administración militar de la ciudad de Avdiivka, Vitaliy Barabash, aseguró que la situación allí se está pareciendo cada día más a la que se vive en Bajmut, el epicentro de los combates entre las fuerzas rusas y ucranianas.
Todo esto, insiste Londres, indica un «retorno general a un diseño operacional más defensivo» por parte rusa, obligado por los «resultados no concluyentes» de sus intentos de lanzar una ofensiva general a partir de enero de 2023.
Las informaciones de Reino Unido coinciden con las últimas declaraciones del comandante en jefe de Ucrania, Valerii Zaluzhnyi, que ha afirmado que la situación en esta ciudad del Donbás se está «estabilizando». Zaluzhnyi resaltó que los «tremendos esfuerzos» de las tropas ucranianas estaban frenando a Rusia.
A principios de este mes, funcionarios occidentales estimaron que entre 20.000 y 30.000 soldados rusos habían muerto o resultado heridos en Bajmut desde el verano pasado.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), que lleva analizado el conflicto desde el inicio, afirmó que aunque Kiev aún es superada en número por el Grupo Wagner, las fuerzas ucranianas «continúan agotando a los mercenarios, lo que les permitirá emprender futuras operaciones ofensivas no especificadas».