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03 de mayo de 2024

Presidente de Rusia, Vladimir Putin

Presidente de Rusia, Vladimir PutinEFE

399 días de guerra en Ucrania

Rusia recurre al reconocimiento facial para aplastar a la oposición con ayuda de tecnología occidental

Solo la ciudad de Moscú cuenta con más de 189 mil cámaras de videovigilancia, convirtiéndose así en una de las ciudades más vigiladas del mundo

Una amplia investigación llevada a cabo por la agencia Reuters confirma que Rusia ha usado el reconocimiento facial para reprimir cualquier tipo de oposición o crítica al Kremlin. Un método que se ha intensificado tras la invasión rusa de Ucrania.
Solo la ciudad de Moscú cuenta con más de 189 mil cámaras de videovigilancia, convirtiéndose así en una de las ciudades más vigiladas del mundo. Este despliegue ha permitido el arresto de miles de civiles, que han mostrado en alguna ocasión su oposición al régimen.
El metro de la capital rusa cuenta con 12.300 cámaras. Un medio de transporte que usa a diario la mayor parte de los moscovitas y que ha permitido al Kremlin controlar sus movimientos. Reuters, con la revisión de más de 2.000 casos judiciales, ha documentado cómo Rusia utiliza el reconocimiento facial para identificar y barrer a los opositores del Kremlin.
Según publica la agencia, las autoridades rusas estarían utilizando el reconocimiento facial como medida preventiva para eliminar cualquier oposición. «Se trata de una práctica nueva, que se está utilizando con efectos escalofriantes, especialmente en Moscú», denunció Daria Korolenko, abogada de OVD-Info, un grupo independiente de derechos humanos que vigila la represión en Rusia, en declaraciones a Reuters.
Aunque lo más sorprendente de esta investigación es el papel que ha jugado la tecnología occidental en esta represión. Por ejemplo, el sistema de reconocimiento facial de Moscú funciona con algoritmos producidos por una empresa bielorrusa y tres rusas.
En este sentido, al menos tres de ellas han utilizado chips de las empresas estadounidenses Nvidia Corp o Intel Corp junto con sus algoritmos, según Reuters. Además, estas empresas bielorrusas y rusas habrían participado en un programa estadounidense de pruebas de reconocimiento facial.
Tanto Nvidia como Intel, al ser preguntadas por Reuters, afirmaron que suspendieron todos sus envíos a Rusia en marzo de 2022, después de que Estados Unidos endureciera las restricciones a la exportación y se explicaron que no siempre pueden saber cómo se utilizan sus productos.
El despliegue masivo de cámaras de vigilancia no es el único método del que hace uso el Kremlin para aplastar las críticas. Rusia prohíbe cualquier tipo de «acciones públicas destinadas a desacreditar el uso de las fuerzas armadas de la Federación Rusa» y difundir deliberada y públicamente información falsa sobre las fuerzas armadas rusas.
Este tipo de acciones se castigan con multas y penas de prisión de entre tres y quince años. De hecho, tras la invasión rusa de Ucrania, el presidente ruso, Vladimir Putin, decretó penas de prisión para cualquier medio o persona que se refiriera al conflicto ucraniano como «guerra». El eufemismo utilizado por el presidente ruso fue «operación militar especial» y ese es el término que los rusos debían utilizar.
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