La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, ha participado, ante la sorpresa de los Veintisiete, en la III cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Una aparición que se ha recibido como una venganza de Nicolás Maduro tras la condena del Parlamento Europeo a Caracas por la inhabilitación de la principal candidata a las primarias de la oposición, María Corina Machado.
Delcy Rodríguez está sometida a sanciones de la Unión Europea que, entre otras muchas restricciones, le impiden pisar el espacio Schengen. Sin embargo, y debido a su inmunidad diplomática al estar representando a su país ha podido viajar hasta el corazón de la UE, para asistir precisamente a un foro organizado por Bruselas.
Durante la bienvenida, los representantes de la Unión, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Charles Michel, saludaron a la vicepresidenta venezolana con un simple apretón de manos, mientras que el presidente Pedro Sánchez decidió ofrecer a Delcy Rodríguez un saludo más caluroso con dos besos.
Un gesto que la propia vicepresidenta venezolana ha querido borrar. Delcy Rodríguez ha compartido a través de su cuenta de Twitter, un vídeo editado del saludo y ha cortado los besos de Sánchez, en una publicación donde además exige a la UE que levante «el criminal bloqueo sobre Venezuela».
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