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27 de abril de 2024

Lula Da Silva en Belém, Brasil, durante la Cumbre de la Amazonia

Lula Da Silva en Belém, Brasil, durante la Cumbre de la AmazoniaAFP

Cumbre de la Amazonia

Bruselas paga traidores: Lula no tarda ni un mes en criticar a la UE tras la cumbre de la CELAC

El mandatario brasileño acusa a la Unión de utilizar el ecologismo como excusa para disfrazar medidas proteccionistas

Un grupo de naciones con una trayectoria milenaria en la salvaguarda de sus bosques tropicales insta ahora a los países industrializados a ir más allá de las meras promesas y adoptar medidas concretas. Esta esa la idea que se ha querido transmitir durante la última Cumbre de la Amazonia.
Ir más allá de las meras promesas es exigir que pongan más dinero sobre la mesa. Eso es lo que ha comunicado el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva al atacar veladamante a la Unión Europea acusándola de adoptar medidas proteccionistas enmascaradas como preocupación medioambiental.
Lula culpó en exclusiva a las naciones más desarrolladas de la degradación de los bosques tropicales y exige que contribuyan económicamente a los esfuerzos de conservación. Los últimos 200 años de desarrollo industrial son los culpables de la deforestación de la Amazonia -entre otros bosques- para el mandatario brasileño.
Ni rastro de crítica a los gobernantes de la región que son los que han permitido que esos recursos se extrajeron en beneficio de empresas extranjeras.
Este último enfrentamiento tiene su origen en la última normativa medioambiental europea que prohíbe la importación de regiones deforestadas. Esto debería ser motivo de celebración para los ambientalistas ya que es un boicot, por así decirlo, a empresas que se benefician del maltrato a la naturaleza.
Lejos de ser algo positivo para los líderes de Sudamérica comandados por Lula, estos se han lanzado a exigir reparaciones económicas. ¿Por qué? Porque la UE reduciría así la importación de ciertos productos de esta zona del planeta. Lula lo define como «neocolonialismo verde».
Y es que ahí es donde se encuentra el principal escollo: el económico. Este juego de intereses ha tensado la relación entre Mercosur y la UE, lo que plantea un importante desafío a la ratificación del tratado firmado en 2019. La situación mundial es delicada y los países del Mercosur quieren sacar la mayor tajada posible.

Más que ecologismo

Brasil ocupa la presidencia rotatoria del Mercosur desde el pasado 4 de julio y la nación tiene gran interés en amplificar su voz aprovechando el liderazgo español en la Unión Europea hasta diciembre.
La última cumbre UE-CELAC -también de julio de este año- sirvió para conocer la estrecha relación entre determinadas fuerzas de ambos continentes. Y esa sintonía entre las izquierdas de todo tipo es la que quiere explotar Lula para sacar el mayor beneficio posible con la excusa medioambiental.
En política es importante comprender el tiempo y el marco y, en estos dos campos, la izquierda es maestra. Tras haber utilizado la cumbre en Bruselas para blanquear a gobiernos como el cubano o el venezolano, los miembros del Foro de Sao Paulo encabezados por Lula no han tardado ni un mes en atacar a la Unión Europea.
La Cumbre de la Amazonia que ha tenido lugar en la ciudad de Belém ha de entenderse como un ensayo de la COP 30, conferencia climática anual de Naciones Unidas, que también se celebrará en esta urbe brasileña en 2025.
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