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29 de abril de 2024

Xi Jinping Vladimir Putin

Xi Jinping y Vladimir Putin, los dos grandes ausentes de la Cumbre del G20 de la IndiaAFP

Cumbre del G20

La negociación del clima, el eje de la Cumbre del G20, en riesgo de quedar en punto muerto

Triplicar la capacidad mundial en energías renovables para 2030, el abandono gradual de los combustibles fósiles y la financiación de la transición ecológica para los países en desarrollo, en la cuerda floja

Los dirigentes del G20 se reúnen este fin de semana en India en un año que se perfila como el más cálido de la historia, pero las tensiones geopolíticas lastran la esperanza de que este dividido foro logre acordar medidas ambiciosas frente a la crisis climática.
La crispación por la guerra en Ucrania implica la ausencia del presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente chino, Xi Jinping, tampoco asistirá a la cumbre de las mayores economías del mundo, lo que complica la tradicional declaración tras el final de la cumbre.
Esto supone el riesgo de que se produzca un fracaso «potencialmente catastrófico» por parte de los países responsables del 80 % de las emisiones globales del sector de la energía, advirtió Amnistía Internacional.
Este escenario puede socavar las expectativas antes de la crucial negociación de la conferencia de la ONU sobre el clima COP28 en noviembre.

Los tres ejes del G20 sobre el clima

En la reunión del G20 en Nueva Delhi hay tres temas clave en la agenda: triplicar la capacidad mundial en energías renovables para 2030, el abandono gradual de los combustibles fósiles, especialmente el carbón, y la financiación de la transición ecológica para los países en desarrollo.
Las reuniones para preparar la cumbre indican que el camino para avanzar en cualquiera de estas metas son complicados.
En la cita de julio de los ministros de Energía del G20 no hubo ninguna mención al carbón en la declaración final.
«Los comunicados publicados lamentablemente han sido inadaptados», declaró esta semana a AFP Simon Stiell, el secretario ejecutivo de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El telón de fondo de la negociación no puede ser más crudo, pues el observatorio del clima de la Unión Europea (UE) informó esta semana que 2023 probablemente sea el año más caluroso de la historia y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó por su parte que «el colapso climático ha comenzado».
Las pruebas en este sentido se acumulan, con inundaciones devastadoras, récord de temperaturas y voraces incendios en muchas partes del mundo en los últimos meses.
Los países del G20, –un grupo que incluye a Argentina, Brasil y México– representan el 85 % del PIB mundial y una cantidad equivalente de las emisiones globales de gases que provocan el efecto invernadero.

Fondos para la transición energética

Las emisiones de carbono per cápita de los países del G20 están en aumento desde 2015, según un estudio publicado esta semana, pese a los esfuerzos para una transición energética hechos por algunos miembros.
Este incremento se debe en gran medida a países emergentes de este club como India, Indonesia y China.
La dependencia del carbón, que se suma a las divisiones geopolíticas sobre la invasión rusa contra Ucrania y la pugna entre Estados Unidos y China, dificultan un acuerdo.
«Como mínimo, espero que se incluyan las líneas de Bali sobre la reducción progresiva del carbón», afirmó Madhura Joshi, de la consultora sobre el clima E3G, en referencia a la cumbre del G20 del año pasado, en la que los países se comprometieron a «acelerar los esfuerzos» para una «reducción progresiva» del carbón, considerando las circunstancias de cada país.
Otro punto de fricción es la financiación de la transición energética.
El primer ministro de India, Narendra Modi –que busca posicionarse como una voz del «Sur Global»– afirmó antes de la cumbre que los objetivos del clima «deben ir acompañados de acciones de financiación climática y transferencia de tecnología».
En una cumbre en África sobre el clima esta semana, los países del continente pidieron 600.000 millones de dólares para invertir en energías renovables.
También aspiran a un alivio y una reestructuración de la deuda, y que se ponga en marcha de forma rápida un fondo de «pérdidas y daños» para los países más vulnerables al clima.
Un aspecto positivo de las negociaciones podría ser el impulso a las energías renovables, ya que hay reportes de que los borradores contienen compromisos para triplicar la capacidad mundial para 2030.
«Por primera vez, los líderes mundiales debaten un objetivo global en materia de energías renovables», señaló Joshi.
Pese a que no se ha concretado cómo llegar a ese objetivo, el mero hecho de acordar compromisos «sería un avance importante».
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