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03 de mayo de 2024

El secretario generla de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la rueda de prensa tras la reunión ministerial

El secretario generla de la OTAN, Jens Stoltenberg, en la rueda de prensa tras la reunión ministerialAFP

Conflicto en Europa

A la OTAN le preocupa que la guerra de Ucrania pierda atención mediática

La creciente crisis en Oriente Próximo y la amenaza de China en Oriente temen que reste importancia al conflicto que existe a las puertas de Europa

La reunión ministerial de Asuntos Exteriores de la OTAN ha terminado como todas las demás cumbres desde que iniciase la guerra de Ucrania: cierre de filas en torno a Kiev y acuerdos de más apoyo militar. Lo que en esta ocasión preocupa es la atención mediática, absorbida por la guerra en Oriente Próximo y la escalada de tensión con China.
«Estamos viendo que la visión de Ucrania está desapareciendo del ojo público, y eso es fatal», reconoció la ministra alemana Annalena Baerbock.
Los trapos sucios, que los hay, se han aireado en pocas ocasiones. El caso más sonado fue el reproche de Volodomir Zelenski al anterior Ejecutivo polaco por haberse mostrado reacios a continuar con el apoyo militar y económico debido a las dificultades que tienen los socios de la OTAN para reponer su arsenal sin que suponga un riesgo para la capacidad militar propia.
En esta ocasión, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quiso evitar los roces y dejó claro desde el principio que no hay ninguna «fatiga» entre los aliados sobre el apoyo a Ucrania y que en Congreso de su país aprobará el nuevo paquete presupuestario para Kiev «en las próximas semanas».
La Administración Biden desea que la OTAN llegue con la menor tensión posible a la próxima Cumbre de Washington de julio de 2024 y con los máximos deberes posibles hechos. Entre ellos, un consenso sobre el que deberá ser el sucesor del actual secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg.
En este encuentro ha tenido lugar la primera reunión del Consejo OTAN-Ucrania a nivel de ministros de Exteriores, una herramienta que sitúa a ambas partes como iguales tanto en voz como en voto. El ministro ucraniano Dmitro Kuleba aseguró que no hay «estancamiento» en la contraofensiva pese a las dificultades para mover la línea del frente.
Una línea que sí celebra Stoltenberg si se tiene en cuenta la situación el año pasado. Kiev ha podido liberar «enormes, significativas partes de su territorio, haciendo retroceder a los rusos de aproximadamente el 50 %» respecto a lo ocupado en febrero de 2022. La «gran victoria» para el noruego es que Ucrania prevalezca como nación.
Aun así, el secretario general se mostró en público más realista que algunos de los socios de Europa del Este. Consideró que los F-16 «reforzarán la capacidad para infligir pérdidas a las fuerzas invasoras rusas», pero reconoció que «no existe una solución milagrosa ni un único sistema que por sí solo vaya a cambiar fundamental al situación en el campo de batalla». El invierno ya está aquí y deben estar «preparados para una lucha larga y dura».

Camino a la OTAN

Fuentes de la Alianza Atlántica aseguran que no hay plan por el momento para una integración de Ucrania en la OTAN. Los ucranianos lo han pedido desde el principio y la presión no sienta bien entre los miembros. La principal razón por la cual ha habido varios malentendidos ha sido que Kiev mezclaba diplomáticamente la Unión Europa con la OTAN, cuando son dos entidades muy diferentes con procesos también distintos.
La integración en este momento es un imposible y lo seguirá siendo mientras exista una guerra su suelo. Nunca se ha aceptado a un miembro en guerra abierta porque implicaría una participación del resto de socios. La organización militar subraya en toda ocasión que aporta tan solo material no letal a Ucrania. Sí que otros socios, organizados en el Grupo de Rammstein, aportan material letal.
Aún así, Stoltenberg ha vuelto a dejar la puerta abierta. «Ucrania está más cerca de la OTAN que nunca», aseguró el secretario general, quien agregó que los aliados han presentado recomendaciones sobre las reformas prioritarias que debe realizar Kiev, incluida la lucha contra la corrupción, el fortalecimiento del Estado de derecho y el apoyo a los derechos humanos y de las minorías.
En este caso sí hay similitud entre la UE y la OTAN, ya que Bruselas suspendió en el último informe a Kiev en tres de los nueve puntos a examen, entre los que incluía, precisamente, el de corrupción.

Rusia está a merced de China

La OTAN alertó sobre la creciente dependencia rusa de China, catalogando la invasión de Ucrania como un «error de cálculo».
Stoltenberg destacó las pérdidas significativas de Rusia en la invasión: más de 300.000 efectivos, cientos de aviones y miles de tanques, debilitando su influencia global. A nivel político, se subrayó la disminución de la influencia rusa en regiones como el Cáucaso y Asia Central, a la par que aumenta su dependencia de China en términos financieros, de recursos y en la industria de defensa.
No obstante, advirtió de los riesgos de subestimar a Rusia, resaltando su economía en estado de «guerra» y la resistencia de Vladimir Putin a las bajas.
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