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05 de mayo de 2024

Ilustración de uno de los aviones de combate del proyecto FACS entre Alemania, Francia y España

Ilustración de uno de los aviones de combate del proyecto FACS entre Alemania, Francia y EspañaMEDIA COMMONS

Defensa comunitaria

Bélgica quiere unirse a España, Francia y Alemania en el diseño de los aviones de combate europeos del futuro

El Future Combat Air System podría presentarse oficialmente en 2027 y entrar en servicio en 2040

Bélgica está a punto de unirse al programa insignia Future Combat Air System (FCAS) como nación observadora en las próximas semanas, según anunció el ministro de Defensa del país un medio especializado local.
El FCAS es un ambicioso proyecto europeo de aviones de combate desarrollado por Dassault Aviation de Francia, Airbus de Alemania y la española Indra Sistemas, siendo uno de los mayores proyectos colaborativos de armamento en el continente.
Está previsto que estos aviones entren en servicio en 2040, reemplazando a los Rafale franceses y a los Eurofighter Typhoon de Alemania y España -otro de los mayores proyectos colaborativos de la industria militar europea hasta el momento-. El acuerdo marco entre Alemania y Francia, al que se unió España en 2020, marcó un hito en la cooperación europea para desarrollar nuevos sistemas de defensa.
Dos empresas británicas de armamento y armas son de las más importantes del mundo: General Dynamics y BAE Systems. Sus ventas ascendieron en 2021 a 26.390 millones de dólares y 26.020 millones, respectivamente. Tras el Brexit, el poderío industrial militar recayó en Francia y Alemania. España, aun siendo menos importante, no ha perdido la oportunidad de sumarse.
En el escenario europeo de defensa, la presión para elegir entre dos programas de aviones de sexta generación, el FCAS franco-alemán-español y el proyecto Tempest liderado por el Reino Unido, ha ido en aumento.
Bélgica no se convertirá en socio igualitario, sino como observador en el programa FCAS, compartiendo información con Francia, Alemania y España. Es un paso hacia una colaboración más estrecha en un futuro. La ministra de Defensa belga, Ludivine Dedonder, explicó que esta asociación implica compartir información durante las fases de investigación y desarrollo, una práctica común en proyectos de esta magnitud.
El proceso hacia la plena participación de Bélgica durará seis meses, según Dedonder. Este rápido avance «demuestra el compromiso de Bélgica y su industria en la construcción conjunta del futuro sistema europeo de aviones de combate de próxima generación», dijo.
El FCAS ha entrado en la fase 1B, lo que significa que ya existe un modelo construido del avión. La presentación oficial se espera en 2027. La decisión de Bélgica de unirse al programa en esta etapa podría dar un nuevo impulso al proyecto, que ha enfrentado obstáculos en la distribución de la carga de trabajo entre las empresas francesas y alemanas. Esta misma tensión se pudo ver durante el proyecto Eurofighter, lo que demuestra la alta competitividad en sectores estratégicos dentro del eje franco-alemán.
Bélgica invertirá 1.800 millones de euros en investigación y desarrollo. Para el país, «participar en el programa FCAS beneficiaría a la economía de la industria aeroespacial nacional con visibilidad a largo plazo en los pedidos y la producción, y con el desarrollo de experiencia en el sector», dijo Dedonder.
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