Los insurgentes islamistas avanzan hacia Homs tras tomar Hama, intensificando la presión sobre Al Asad
Los insurgentes islamistas, liderados por el grupo Organismo de Liberación del Levante, aseguraron este viernes que continúan su ofensiva hacia Homs, una ciudad estratégica en el centro de Siria, tras haber capturado Hama el día anterior. Este avance amenaza con fracturar aún más las líneas de suministro y comunicación del régimen de Bashar al Asad, especialmente a lo largo de la autopista M5, vital para conectar Damasco con el norte del país y la provincia costera de Tartús.
El Mando de Operaciones Militares de la coalición insurgente afirmó que sus fuerzas avanzan «con paso firme» hacia Homs, gracias al respaldo de convoyes que transportan a cientos de desplazados de la región. La ofensiva, que combina una narrativa militar y humanitaria, busca «disuadir la agresión de Al Asad contra su ciudad», según el comunicado.
El jueves, los insurgentes islamistas anunciaron que han tomado el control total de Hama, la cuarta ciudad más grande de Siria. La caída de esta urbe, horas después de que las fuerzas opositoras ingresaran, representa un duro golpe para el régimen sirio, que la calificó como una «medida táctica temporal». El ministro de Defensa, Ali Mahmud Abás, pidió a la población «paciencia y confianza», asegurando que las fuerzas gubernamentales trabajarán para retomar el control de la ciudad.
No obstante, la pérdida de Hama es la segunda capital provincial que cae en manos de los insurgentes respaldados por Turquía en una semana, después de que la ciudad de Alepo, la segunda más grande del país, fuera capturada el pasado viernes.
Homs, un objetivo estratégico
La toma de Homs sería un movimiento decisivo para los insurgentes, dado que la ciudad se encuentra en la autopista M5, considerada la columna vertebral del país. Controlar esta ruta cortaría las comunicaciones terrestres del régimen entre Damasco y el norte de Siria, además de aislarlo de Tartús, un bastión crucial de la familia Al Asad y de importancia estratégica para los intereses rusos en el país.
El líder de los insurgentes, Abu Mohamed al Jolania, en una entrevista con CNN, declaró que el objetivo de la ofensiva es claro: «derrocar al régimen». Según al Jolania, «la revolución tiene derecho a usar todos los medios disponibles para alcanzar esta meta».
La ofensiva relámpago de los insurgentes amenaza con transformar significativamente el equilibrio de poder en Siria. Con dos importantes capitales provinciales bajo su control y la presión sobre Homs, el régimen de Al Asad enfrenta uno de sus mayores desafíos desde los primeros años de la guerra civil.
El apoyo de Turquía a los insurgentes ha sido clave en esta reciente escalada, mientras que Rusia, el principal aliado del régimen, aún no ha reaccionado de manera decisiva al deterioro de la situación en el terreno.
La captura de Homs no solo debilitaría aún más las posiciones del gobierno, sino que también podría desencadenar nuevas oleadas de desplazados y agravar la ya crítica situación humanitaria en la región. Con las tensiones internacionales en aumento, el destino de Siria sigue siendo incierto.