Asma Al Asad junto a su marido saludando a la reina Isabel II
Reino unido
La mujer de Bashar Al Asad, británica de nacimiento, declarada persona non grata en Reino Unido
El anuncio se ha hecho aún a falta de cualquier solicitud de asilo por parte de la mujer del expresidente sirio
Nacida en 1975 en Londres, hija de un cardiólogo, Fawaz al-Akhras, y de una diplomática retirada, Sahar Otri, ambos sirios, Asma Al Asad vivió durante mucho tiempo en el barrio residencial de Acton, al oeste de la capital. Su familia todavía posee una casa allí, según los medios británicos.
Graduada en informática y literatura francesa en el King’s College, se dedicó a las finanzas, trabajando en Deutsche Bank y JP Morgan. Conoció a Bashar al-Asad a finales de los años 1990 y se casaron unos meses después de que este asumiera la jefatura del país en julio de 2000. En Damasco, Asma Al Asad, de familia suní, mientras su marido pertenece al movimiento chií alauita, encarnaba para muchos una promesa de modernidad.
A pesar de contar con pasaporte y nacionalidad británica, recientemente el jefe de la diplomacia británica, David Lammy, sentenció: «He visto en los últimos días hablar de la posibilidad de que Asma Al Asad (...) podría intentar venir a nuestro país. Quiero confirmar que está sujeta a sanciones y que no es bienvenida».
«Haré todo lo que esté en mi mano para garantizar que ningún miembro de esta familia pueda establecerse en Reino Unido», insistió.
Bashar Al Asad junto a su mujer y sus hijos
Actualmente, Asma Al Asad tiene todos sus activos congelados debido a que se considera que «se aprovecha del régimen sirio, al que está asociada».
Si bien no se ha notificado ninguna solicitud por parte de la familia Al Asad para ir a Reino Unido, la prohibición de su entrada en el país ha estado motivada por el hecho de que numerosos ciudadanos británicos han sido despojados de su nacionalidad debido a que se han unido al Estado Islámico para apoyar a los islamistas en Siria.
«Si esto ha pasado con desconocidos, lo mismo, o más, podría aplicarse al caso de Asma Al Asad», afirmaba Bader Mousa Al Saif, investigador miembro del Instituto Real de Asuntos Internacionales.
