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El presidente electo de Venezuela, Edmundo González y María Corina Machado (en pantalla) en la Asociación de Prensa de Madrid

El presidente electo de Venezuela, Edmundo González y María Corina Machado (en pantalla) en la Asociación de Prensa de MadridEl Debate

Edmundo González asegura que viajará a Caracas «por alguna vía» para asumir la presidencia el 10 de enero

Por primera vez en su exilio en España, el presidente electo de Venezuela comparece de manera conjunta con la líder opositora en la clandestinidad, María Corina Machado

Ante la incredulidad de españoles y la esperanza de muchos venezolanos, el presidente electo de Venezuela, Edmundo González Urrutia, ha vuelto a asegurar que asumirá el cargo para el que fue electo el próximo 10 de enero en Caracas.

En un evento realizado en la Asociación de Prensa de Madrid, González Urrutia y María Corina Machado —quien se sumó telemáticamente— rindieron homenaje a las víctimas del «régimen criminal» de Nicolás Maduro en ocasión al Día Internacional de los Derechos Humanos que se celebra cada 10 de diciembre, fecha que a su vez marca una cuenta regresiva para la toma de posesión presidencial, como mandata la Constitución de Venezuela.

«Me veo asumiendo el cargo para el que fui votado por la mayoría de los venezolanos», aseguró González Urrutia, quien, preguntado por los posibles riesgos de su eventual regreso a Venezuela, reiteró lo ya dicho en entrevista con El Debate: «con miedo no se va a la guerra» y agregó: «estoy convencido que voy a viajar a Venezuela por alguna vía para tomar posesión».

González Urrutia no reveló detalles de cómo lograría su regreso a Caracas, luego de exiliarse en España tras gestiones ante la Embajada española en el país sudamericano. Durante la entrevista con El Debate, se le preguntó: ¿Cómo piensa regresar a Caracas el 10 de enero si Maduro repite e insiste que no le permitirá entrar? A lo que respondió: «La estrategia no se revela. En algún momento llegaré. Para el 10 de enero yo debería estar allá para tomar posesión del cargo».

El exdiplomático de 75 años admitió que «de momento, entre quienes aún controlan el Estado venezolano, no existe ninguna disposición de acatar la voluntad ciudadana expresada en las elecciones presidenciales» pero señaló que «eso es habitual en gobiernos de facto como también es habitual que terminen abandonando el poder a través de situaciones relativamente desesperadas o poco convencionales».

No obstante, «nuestra mano sigue tendida, dispuesta a facilitar una transición ordenada y concertada», agregó González Urrutia, aunque «eso no nos hace perder de vista la necesitad de seguir ejerciendo la máxima presión diplomática para concretar el cambio que los venezolanos ya decretaron».

A diferencia de las maniobras de febrero de 2019 del entonces «presidente encargado» de Venezuela Juan Guaidó cerca del puente Las Tienditas en la frontera entre Venezuela y Colombia, no se espera que González Urrutia, un diplomático de avanzada edad, intente acciones extremas para reingresar a territorio venezolano.

Por primera vez en su exilio en España, González Urrutia compareció de manera conjunta con Machado —líder opositora actualmente en la clandestinidad en algún lugar de Venezuela— quién refrendó la promesa del presidente electo y recordó que los venezolanos están acostumbrados a que les digan «eso es imposible» pero demostrando que «con unidad y organización es posible».

Para Machado, el «régimen está en su fase terminal» y por eso alertó que es aún más «peligroso, brutal e irracional». El 10 de enero, agregó, Nicolás Maduro tiene dos opciones: «O acepta los términos de una negociación y Edmundo González juramenta y ganamos todos, incluyendo el propio régimen», o «sigue a sangre y fuego» en el poder para prolongar la «tiranía» y en ese caso cometería un «grave error», porque «se incrementaría la presión» contra su régimen.

«Otras tiranías colapsan cuando menos lo esperaban», apuntó la líder del partido Vente Venezuela, quien aprovechó a criticar a quienes se mantienen «equidistantes» ante la injusticia y la tiranía de su país.

Finalmente, ante la pregunta de El Debate sobre si puede resistir mucho más tiempo en la clandestinidad, respondió que «quien está contra la pared es Maduro» e insistió que el 10 de enero será una fecha «crucial y decisiva para la democracia y la libertad» en Hispanoamérica y en todo Occidente. Sobre el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos, señaló que su reelección puede favorecer a la oposición porque la nueva Administración «tiene muy claro la naturaleza del régimen de Venezuela, así como el de Cuba y Nicaragua».

Represión «extrema»

Ambos líderes pidieron no olvidar a los presos políticos y a todos las víctimas de la represión chavista y denunciaron la comisión de múltiples crímenes de lesa humanidad a lo largo de estos años documentados por organismos internacionales y reiterados durante el evento con desgarradores testimonios de estos crímenes.

Según datos de organizaciones humanitarias, relató González Urrutia, durante la última década han pasado por las cárceles venezolanas por razones políticas más de 17.000 personas.

Tras las elecciones de julio repuntaron las detenciones arbitrarias y las desapariciones forzosas; se contabilizaron más de 1.900 presos políticos, entre ellos 42 adolescentes y 245 mujeres.

Las condiciones de reclusión suelen ser «extremadamente graves» y en muchos casos se llega a la tortura y el trato denigrante se amplía a los familiares de los presos. Precisamente frenar las violaciones de derechos humanos será una prioridad en una posible transición en Venezuela.

Los líderes opositores denunciaron también el asedio que sufre la Embajada argentina en Caracas, donde se han refugiado varios colaboradores de Machado, puede constituir un «acto de guerra» y es una «violación flagrante del derecho al asilo».

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