
Marine Le Pen junto a su padre, Jean-Marie Le Pen
La complicada relación de Jean-Marie Le Pen con su hija Marine: un legado fracturado por su relación política
Si el 2024 sacudió Francia hasta sus cimientos, el nuevo año tampoco ha empezado tranquilo en tierras galas. La muerte de Jean-Marie Le Pen, padre de Marine, a los 96 años, cierra una etapa en la historia de la derecha francesa. Una figura, la de Jean-Marie, fundador del Frente Nacional —hoy Agrupación Nacional—, no exenta de polémica. Y no únicamente en el terreno político, sino también en el familiar. Su vida ha estado marcada por una relación tormentosa con su hija Marine Le Pen, quien heredó el liderazgo de su partido pero no sus métodos ni su discurso, lo que llevó a una fractura irreparable entre ambos.
Jean-Marie Le Pen fue un veterano de guerras coloniales, como las de Indochina y Argelia, que basó sus experiencias ahí para construir un discurso nacionalista, radicalmente contrario a la inmigración y también claramente antisemita. Francia era el principio y el fin de todo. En el año 1972, logró agrupar bajo su mando a numerosos sectores de la derecha francesa, nostálgicos del régimen de Vichy y opositores a la independencia de Argelia. Fundó el Frente Nacional y se convirtió en uno de los rostros más controvertidos y conocidos de la política francesa.
Cuatro años antes de esto, en 1968, nació en Neuilly-sur-Seine una niña llamada Marion Anne Perrine Le Pen, más conocida como Marine Le Pen. Antes de que la pequeña Marine cumpliera la mayoría de edad, su madre, Pierrette Lalanne, abandonó a la familia para marcharse con Jean Marcilly, un periodista. Sus padres se divorciaron y las tres hijas quedaron a cargo de Jean-Marie. Como consecuencia de todo esto, Marine rompió relaciones con su madre y llegó a estar hasta 15 años sin hablarla, aunque hoy en día la sintonía entre ambas es buena.
«Sigue estando lleno de odio y le mueve la sed de venganza»
En 2011, Marine Le Pen asumió la presidencia del Frente Nacional con la misión de buscar una postura más moderada, alejada de las críticas de antisemitismo y colaboracionismo nazi. Esta estrategia le sirvió a Marine para ampliar la base electoral —como se puede comprobar actualmente— pero la alejó definitivamente de su padre, que consideró esta moderación una traición a los principios fundacionales del Frente Nacional.
Cuatro años después, en 2015, Marine expulsó a su propio padre del partido que él mismo había fundado. La decisión fue provocada por nuevas declaraciones de Jean-Marie defendiendo al mariscal Pétain, líder del régimen colaboracionista de Vichy, y reiterando sus comentarios sobre las cámaras de gas como «un detalle de la historia». Marine reaccionó con contundencia, acusando a su padre de «perjudicar deliberadamente» sus esfuerzos por modernizar el partido y prescindiendo de sus servicios. Desde entonces, la relación personal entre ambos quedó completamente rota.

Marine Le Pen junto a su padre
Esta confrontación no quedó únicamente entre padre e hija, sino que se extendió a más miembros de la familia. Marion Maréchal, sobrina de Marine, se alineó con las posturas más duras del abuelo, distanciándose de la estrategia conciliadora de su tía.
«Nos hemos distanciado de una forma irreconciliable. Sigue estando lleno de odio y le mueve la sed de venganza», comentó Marine Le Pen en una entrevista en 2015. Una década después, ya se sabe que la relación no podrá recuperarse.
«La lucha contra el hombre ha terminado. Continúa la lucha contra el odio, el racismo, la islamofobia y el antisemitismo que difundió», comentó Jean Luc Mélenchon, líder del partido izquierdista La Francia Insumisa, cuando saltó la noticia de la muerte de Jean-Marie. Una figura tan polarizada que ha logrado hasta poner de acuerdo a Mélenchon y Le Pen.