¿Dónde están las tierras raras de Ucrania y por qué Trump tiene tanto interés en quedárselas?

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tenido una gran obsesión desde que pisó la Casa Blanca, ya incluso desde su primera Administración. Esa obsesión tiene nombre propio y es China, pero también un apellido: la carrera tecnológica. La gran potencia mundial siente que, desde hace años, se está quedando atrás en la gran pugna que se libra fuera de los campos de batalla tradicionales y que también se traduce en guerras comerciales. La gran potencia mundial tiene las de perder, ya que para ser pionero en aspectos tecnológicos necesita tener acceso a una gran cantidad de materias primas.

China tiene esos recursos, Estados Unidos no, pero Ucrania —país con el que pretende firmar este viernes un acuerdo de colaboración— posee yacimientos de 22 de los 34 minerales considerados críticos por la Unión Europea, según datos del Ministerio de Economía ucraniano. Trump y su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, buscan poner fin al distanciamiento entre dos países, en teoría aliados, rubricando su firma en un acuerdo que permita a Estados Unidos explotar las conocidas como tierras raras del país europeo.

El acuerdo, publicado íntegramente este miércoles por el Financial Times, también ofrece a Washington jugosas oportunidades e inversiones en sectores claves como el de los hidrocarburos o el acceso a los puertos ucranianos. En cuanto a los minerales críticos, se centra en las reservas sin explotar de litio y grafito, fundamentales para producir baterías de coches eléctricos o semiconductores, entre otros. Ucrania también cuenta, según aseguró el propio Zelenski, con uno de los mayores yacimientos de uranio de Europa. A pesar de que las tierras ucranianas pueden resultar atractivas, los datos no son del todo exactos, ya que los mapas existentes se remontan a la época de la extinta Unión Soviética.

En 2022, la presidenta de la Asociación de Geólogos de Ucrania, Hanna Liventseva, aseguró en un artículo que su país poseía cerca del 5 % de los recursos minerales del mundo, a pesar de cubrir sólo el 0,4 % de la superficie del globo. China, por su parte, cuenta con el 40 % de las reservas de estos minerales críticos, seguido, muy de lejos, por Brasil y Vietnam, con en torno al 20 %. Antes de que Rusia lanzara su invasión a gran escala contra Ucrania, en febrero de 2022, el país europeo era un proveedor clave de titanio, generando alrededor del 7 % de la producción mundial en 2019, según datos de la Comisión Europea.

Hasta el 40 % de los recursos ucranianos se encuentran en tierras bajo ocupación rusa

La revista Forbes, en 2023, estimó el valor de los recursos minerales de Ucrania en 14,8 miles de millones de dólares. Por su parte, el Servicio Geológico de Estados Unidos considera el litio y el grafito como elementos «cruciales para la economía y la seguridad nacional de Estados Unidos». Ucrania posee todos estos minerales críticos, pero, como consecuencia de la guerra y el control ruso de zonas del este del país, Kiev ha perdido el acceso a gran parte de estas reservas. Según las estimaciones de expertos ucranianos, citadas por Reuters, hasta el 40 % de los recursos ucranianos se encuentran en tierras bajo ocupación.

El Ejército del Kremlin tiene en su poder al menos dos de los yacimientos de litio de Ucrania, uno en Donetsk y otro en la región de Zaporiyia. Fuera del control ruso, la empresa de explotación ucraniana BGV ha cifrado en 500 millones de toneladas de grafito el yacimiento encontrado en una mina de la región de Kirovogrado, en el centro del país europeo. Asimismo, BGV opera una mina de berilio en la región de Zhitómir, en el noroeste, que posee unas reservas probadas de 5.512 toneladas de este mineral crítico.

¿Por qué le obsesiona tanto a Trump controlar estas tierras raras?

La idea de ofrecer a Estados Unidos las tierras raras de Ucrania fue, inicialmente, de Zelenski. El mandatario ucraniano, el pasado mes de septiembre, ya intuyó que si Trump ganaba las elecciones presidenciales su relación debería basarse en la economía y, por ello, le cortejó con los recursos naturales de su país. El republicano, una vez asentado en la Casa Blanca, tomó la palabra de Zelenski y ahora busca firmar un acuerdo ventajoso para Estados Unidos que le permite hacer frente a China.

En esta búsqueda incesante de minerales críticos, el mandatario estadounidense también puso el ojo en Groenlandia y amenazó, incluso, con acciones militares para hacerse con el control de este territorio autónomo dependiente de Dinamarca. Todos estos movimientos responden a una clara necesidad de Estados Unidos de asegurarse el acceso a tierras raras mientras Trump se prepara para iniciar una guerra comercial contra su mayor competidor, Pekín, a quien ya ha impuesto unos aranceles del 10 % y este jueves amenazó con otro 10 % adicional el próximo 4 de marzo.

Estas restricciones amenazan el acceso de Washington a los minerales críticos que posee China. El mandatario ruso, Vladimir Putin, conocedor de esa debilidad que afronta Estados Unidos también le ha ofrecido un acuerdo para explotar sus recursos naturales a cambio, claro, de un acuerdo beneficioso para su país que ponga fin a la guerra en Ucrania. Europa, que asiste como mero espectador a la reconfiguración de la arquitectura de seguridad de su propio continente, ofreció a Kiev otro pacto sobre sus tierras raras, con el que «ganan todas las partes». Francia, unilateralmente, también se ha sumado a la subasta de los recursos ucranianos.

Zelenski, sin embargo, ha dejado claro que «es crucial que la asistencia de Estados Unidos no se detenga». El mandatario ucraniano, por tanto, ofrece las tierras ucranianas a Trump, que hace unos días le tildó de «dictador», a cambio de unas garantías de seguridad que no están claras en el borrador del acuerdo. En el documento, en cambio, sí se especifica la creación de un fondo común para invertir en Ucrania con los beneficios que genere la futura explotación de la mitad de esos recursos naturales, entre los que se incluye no sólo los depósitos de minerales críticos, sino los hidrocarburos, el petróleo, el gas natural y otros materiales extraíbles.