Cómo arma Irán a los hutíes de Yemen
El Consejo de Seguridad de la ONU mantiene un embargo de armas a los hutíes desde 2015, pero Irán lo elude mediante rutas clandestinas

Rebeldes hutíes durante una marcha en Saná favor de Hamás y la franja de Gaza
Diversas fuentes acusan a la República Islámica de Irán, de ser el principal proveedor de armas del movimiento hutí en Yemen. En ello coinciden varios informes de organismos internacionales, gobiernos y expertos en seguridad que confirman que Teherán sigue siendo el principal suministrador de armas al movimiento Ansarolá de los hutíes en Yemen, a pesar del embargo decretado por Naciones Unidas. Las evidencias incluyen interceptaciones de cargamentos con drones, misiles y componentes militares de manufactura iraní.
Un informe de Naciones Unidas de hace cuatro años acusaba a Teherán de proporcionar a los hutíes drones Shahed y misiles Qiam, utilizados en ataques contra Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos durante la guerra que inició Mohamed bin Salmán contra el movimiento Ansarola de Yemen. Además, la Marina estadounidense ha interceptado en varias ocasiones (la última en enero de 2023) embarcaciones con armas persas destinadas a a los hutíes.
Por su parte, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) ha asegura haber identificado tecnología iraní en los ataques hutíes con drones Samad-3 y misiles balísticos con evidentes similitudes a los diseñados por Irán.
Violación del embargo de la ONU
El Consejo de Seguridad de la ONU mantiene un embargo de armas a los hutíes desde 2015, pero Irán lo ha elude mediante rutas clandestinas, según un informe de Expertos de la ONU sobre Yemen en 2022. Las armas llegarían por Omán o a través del mar Arábigo en buques de pesca modificados.
Por su lado, el gobierno de Estados Unidos ha sancionado a varias empresas y personas vinculadas al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) por tráfico de armas a Yemen. En 2023, la Administración Biden acusó a Teherán de «alimentar el conflicto» en la región.
Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, principales enemigos árabes de los hutíes, han denunciado en distintas ocasiones el apoyo militar iraní que las autoridades de Teherán niegan aunque admiten el respaldo político a los rebeldes, sus correligionarios.
Expertos independientes, como Fabian Hinz (IISS), sostienen que los hutíes han logrado replicar tecnología iraní con asistencia de instructores del Sepah Pasdaran, el Ejército de Guardias de la Revolución Islámica(IRGC)
Las rutas clandestinas de Irán a Yemen
El flujo de armamento iraní hacia los hutíes en Yemen se mantiene activo pese a las sanciones internacionales, utilizando rutas marítimas y terrestres cada vez más sofisticadas. Informes de inteligencia y operaciones de interdicción revelan los métodos del IRGC para evadir el embargo de la ONU. Su principal vía de suministro es el mar Arábigo, donde la Marina estadounidense y sus aliados han interceptado cargamentos en barcos pesqueros modificados: embarcaciones civiles con compartimentos ocultos para misiles, drones y componentes. En febrero de 2023, la Marina de guerra francesa incautó en el Golfo de Omán un cargamento de fusiles de asalto Kalashnikov y lanzagranadas rusos y chinos camuflados entre redes de pesca.
También el contrabando se realiza con transferencias en alta mar: buques iraníes descargan armas en aguas internacionales a pequeñas embarcaciones yemeníes, como reveló un informe de un panel de expertos en el año 2021.También usan falsas banderas: mediante barcos matriculados en países como Somalia.
Hay además, aunque menos utilizada, una ruta terrestre a través de Omán y del desierto según desvelan agentes de inteligencia saudí que denuncian entradas de armas por la provincia omaní de Dhofar, aprovechando la porosidad fronteriza. Omán lo niega, pero en 2020, EE.UU. sancionó a una red de traficantes con base en Mascate.
Rutas beduinas para esquivar ataques aéreos
Las armas que logran llegar a zonas costeras bajo control hutí son transportadas en camiones por el desierto de Al-Mahra, usando rutas beduinas para esquivar ataques aéreos.
También hay un desmontaje y ensamblaje: el modelo Hezbolá. Para dificultar los rastreos, Irán envía componentes desarmados que los hutíes ensamblan en Yemen con asistencia técnica iraní como ocurre con los drones Kamikaze: Partes de drones Shahed llegan por barco y son montados en talleres clandestinos en Saná, según un informe de Conflict Armament Research (2022).Por ejemplo, los cohetes Badr-1 (copias yemeníes del iraní Fajr-3) se fabrican con materiales importados de Irán.
El IRGC opera mediante empresas pantalla: Como la sancionada Yemen Exchange Company, acusada de financiar envíos. Además comandantes hutíes infiltrados: Según un exfuncionario yemení citado por The Washington Post en 2023), oficiales del IRGC viajan a Yemen disfrazados de médicos o ingenieros para supervisar entregas.
Arabia Saudí presiona para aumentar la vigilancia en el mar Rojo, mientras EE.UU. despliega drones MQ-9 Reaper para rastrear barcos sospechosos. Sin embargo, la vasta geografía y la extendida corrupción regional facilitan el tráfico no tan clandestino.
Irán ha proporcionado al movimiento hutí en Yemen un arsenal diverso y sofisticado, violando el citado embargo de armas de la ONU. Los cargamentos interceptados y los restos de artefactos de los ataques hutíes revelan que Teherán suministra desde drones suicidas hasta misiles de precisión, muchos de diseño iraní.
Entre esas armas están los drones de ataque (UCAVs) y kamikaze que los hutíes han usado masivamente contra blancos en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y en el mar Rojo, también drones «Shahed-136» (renombrados «Samad-3» por los hutíes), con una autonomía de 2.000 km han hecho impacto en la infraestructura petrolera saudí y bases militares. Los restos encontrados en ataques a Abu Dabi (2022) coinciden con modelos iraníes según informe de Conflict Armament Research).
También usan drones «Qasef» (copias del iraní Ababil-T) en función kamikaze o de reconocimiento. Han sido interceptados en ataques a aeropuertos saudíes.
Los hutíes usan muchos misiles balísticos y de crucero basados en diseños iraníes como los Qiam (iraníes) llamados burkan en su versión hutí, con un alcance: entre 800-1.200 km. Un impacto documentado se produjo contra una base aérea saudí en 2019 (EE.UU. confirmó el origen iraní).
En el capítulo de armas ligeras y sistemas antitanque, Teherán suministra fusiles automáticos y lanzagranadas de origen ruso: AK-47, RPG-7 y ametralladoras PKM interceptadas en barcos (Marina estadounidense en 2023).
También envía Misiles guiados antitanque (ATGMs): Sistemas Toophan (copia iraní del estadounidense TOW), usados contra vehículos saudíes.
Minas navales y armas marítimas, usadas en el mar Rojo para atacar buques comerciales según (informó el Mando Central de la US Navy en 2022).
Irán ha transferido know-how para que produzcan sus propias armas
Drones marítimos, consistentes en artefactos explosivos flotantes contra barcos saudíes. Los hutíes requirieron tecnología para fabricación local. Irán ha transferido know-how para que produzcan sus propias armas en talleres en Saná donde ensamblan drones y misiles con piezas iraníes (documentado por Arabia Saudí, hace dos años), así como cohetes Badr-1: fabricados en Yemen con asistencia técnica iraní.
A la postre, el suministro iraní ha convertido a los hutíes en una milicia con capacidades casi estatales, capaces de amenazar a países vecinos y dificultar el tráfico naval. Pes, lo que evidencia que Irán sigue siendo un actor clave en el conflicto yemení.
Pese a las sanciones, la red clandestina del IRGC sigue operando a través de la sección exterior Al Qods de la Guardia de la Revolución Islámica, el Sepah Pasdaran Engelab Islami. Ahora más centrado en sus aliados yemeníes por el debilitamiento de sus apoyos a Hamás, en la franja de Gaza, y Hezbolá, en el Líbano, y la debacle en Siria y la posición estratégica que ocupan en el tráfico marítimo.