La UE y Estados Unidos vuelven a abandonar a Cuba
Gana el hambre, la miseria, la enfermedad, la desidia, y la muerte. Frente a esta realidad insoportable, la Unión Europea vuelve a ubicarse de medio lado

Ursula von der layen y Donald Trump en un encuentro en Suiza en 2020
La situación en Cuba es cada vez más difícil de vivir, y de explicar peor; hablo con alguien allá que en medio de las condiciones de sobrevida en la que debe día a día intentar y reinventar nuevos métodos de supervivencia todavía posee la extrema delicadeza de asegurarme que el instinto de resistencia de los cubanos en el interior probablemente obliga a que se entienda mejor viviéndolo que contándolo, u oyéndolo. «Nunca Cuba ha estado tan al límite, peor que nunca, y jamás hemos estado más solos», afirmó.
En varios puntos de la isla las protestas comienzan a hacerse más y más frecuentes, aunque debido al control policial no alcanzan la magnitud deseada para que sean tomadas en cuenta al nivel internacional requerido. Gana el hambre, la miseria, la enfermedad, la desidia, y la muerte. Frente a esta realidad insoportable, la Unión Europea vuelve a ubicarse de medio lado, esquinada y carente de principios, intentando esquivar el enfrentamiento con los verdaderos responsables, que no son otros que aquellos que durante más de sesenta y seis años han continuado, fracaso tras fracaso, aferrados al poder, hundiendo al país, y engañando sin piedad a todo un pueblo.
«La reunión se produce en el marco del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, cuestionado por quienes sostienen que la Isla no ha dado avances hacia una democracia pluralista y en materia del respeto a las libertades fundamentales», comenta Radio Martí, acompañado de un vídeo bastante esclarecedor.
Tras Federica Mogherini, Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, de la que recordarán aquella frase tristemente célebre: «Cuba es una democracia de partido único», ya me dirán a qué tipo de democracia de partido único se refería esta señora, con el posterior reemplazo por parte de Josep Borrell que, pese a que en una época —específicamente en los años noventa— se posicionó del lado de los opositores cubanos, una vez que ocupó el cargo se desentendió de la verdadera razón de su puesto y de las acciones que debía asumir con relación a Cuba y a los demócratas cubanos; en numerosas ocasiones miró hacia otro lado beneficiando de tal modo a la tiranía.
El estancamiento de la posición de la UE frente a la posición común que viene desde la etapa Mogherini pasando por Borrell y sigue entonces con la señora Kaja Kallas, de Estonia, actual Alta Comisionada, la que reconoce la situación de los presos políticos, pero se concentra sólo en uno, y reitera el nombre de José Daniel Ferrer como si fuera el líder único del resto. La imposición de líderes únicos en el caso cubano por parte de los observadores extranjeros y de los «puesto a dedo» del exilio lo hemos pagado muy caro durante décadas. No pareciera que iremos a liberarnos de semejante error con la urgencia que la gravedad exige.
Que Kallas critique la posición castrista frente la guerra de Rusia contra Ucrania tampoco es algo novedoso, y en verdad significa poco; vamos, como si se enterara ahora que el castrismo siempre estará junto al criminal Vladimir Putin en esta guerra y en cualquier otro efecto trágico que se desprenda de su política invasora.
En Lima, el eurodiputado por Vox, Hermann Tertsch, dejó los puntos claros: «Realmente es una mala broma que venga la izquierda a decirnos que quiere derechos para los árboles y los ríos cuando les niega los derechos a los presos políticos que hay en tantísimos países, algunos de ellos representados aquí por dictaduras como Cuba y Venezuela, que vienen aquí disfrazados de parlamentarios y que no son parlamentarios porque no existen parlamentos en sus países…»
En cuanto a Estados Unidos, los cubanos deben ir pensando en olvidarse de cualquier tipo de protección que recaiga en viajar hacia el país vecino, que por muy difícil que siempre ha sido hacerse de un visado, al menos constituía una esperanza, ahora cada vez más lejana e improbable: El presidente Donald Trump restringió parcialmente este miércoles la entrada a Estados Unidos de nacionales de Cuba en una medida que incluye la prohibición total para otros 12 países, y parcial, a siete, incluida la isla.
Trump dijo en una proclamación publicada por la Casa Blanca que tras la revisión de un informe encargado al secretario de Estado Marco Rubio, y tras considerar los objetivos de política exterior, seguridad nacional y antiterrorismo de Estados Unidos, determinó restringir totalmente la entrada de nacionales de Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
La restricción parcial, que incluye a Cuba, afecta igualmente a nacionales de Venezuela, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán, concluye también Radio Martí. A buen tiempo, mangos verdes, como dice el refrán; y no me vengan con la cantilena de que hay que drenar el pantano.