
Trump agita el conflicto entre Irán e Israel tras nuevos bombardeos y exige la «rendición total» del régimen iraní
Trump se involucra en la guerra entre Irán e Israel y exige la «rendición total» del régimen iraní
La exigencia de «rendición incondicional» por parte de Estados Unidos y los bombardeos cruzados entre Teherán y Tel Aviv agravan una crisis que paraliza las negociaciones nucleares y deja decenas de víctimas
Trump dice que sabe «donde se esconde» el líder supremo de Irán, pero descarta matarlo «por ahora»
Explosiones y sirenas resonaron durante la madrugada del miércoles tanto en Teherán como en la región del mar Muerto, tras una noche marcada por ataques aéreos y declaraciones de alto voltaje político. El conflicto, iniciado por Israel el pasado viernes, adquirió nuevas dimensiones tras una amenaza explícita del presidente estadounidense Donald Trump, quien advirtió sobre la posibilidad de eliminar físicamente al líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei.
«Sabemos exactamente dónde se encuentra el llamado 'Líder Supremo'. Es un blanco fácil… pero por ahora no actuaremos», publicó Trump en su red Truth Social, en un mensaje que sugiere un giro radical en la postura de Washington frente a Teherán. Horas antes, había reclamado la «rendición incondicional» del régimen iraní, asegurando que Estados Unidos controla por completo el espacio aéreo de Irán.
Misiles balísticos iraníes
Estas declaraciones coincidieron con un recrudecimiento de la ofensiva israelí. En la madrugada del miércoles, las Fuerzas de Defensa de Israel activaron su sistema de alerta tras detectar el lanzamiento de diez misiles balísticos desde territorio iraní, la mayoría de los cuales fue interceptada. Además, se confirmó la destrucción de dos drones sobre el área del mar Muerto. Irán, por su parte, aseguró haber lanzado un ataque contra suelo israelí con misiles hipersónicos Fattah-1, en respuesta a lo que calificó como agresiones injustificadas.
La Guardia Revolucionaria iraní confirmó la ofensiva a través de la televisión estatal, al tiempo que las autoridades militares del país advirtieron sobre futuros ataques «punitivos» y recomendaron la evacuación de ciudades clave como Tel Aviv y Haifa. Mientras tanto, el ejército israelí anunció bombardeos sobre la capital iraní, provocando escenas de caos en Teherán, con largas filas en gasolineras, panaderías y supermercados. Videos difundidos por la agencia iraní Mehr mostraron el cielo nocturno surcado por estelas de misiles y detonaciones.

Las Fuerzas de Defensa de Israel activaron su sistema de alerta tras detectar el lanzamiento de diez misiles balísticos
Ninguna de las partes ha informado oficialmente sobre daños materiales o humanos durante esta sexta noche consecutiva de enfrentamientos, aunque las cifras de víctimas civiles comienzan a preocupar a la comunidad internacional: al menos 224 muertos en Irán y 24 en Israel, según los balances más recientes.
Relaciones rotas
En el plano diplomático, las consecuencias no tardaron en manifestarse. Las negociaciones entre Washington y Teherán para limitar el programa nuclear iraní —congeladas desde hace semanas— han quedado completamente paralizadas. La posibilidad de un acuerdo que alivie las sanciones económicas sobre Irán se aleja a medida que aumentan las tensiones militares.
A pesar de asegurar que no participó en los ataques iniciales, Estados Unidos ha reforzado su presencia en la región: el portaviones Nimitz ha sido desplegado en el Golfo Pérsico y se prepara una fuerza especial para proteger a ciudadanos estadounidenses. Asimismo, la embajada en Jerusalén permanecerá cerrada hasta el viernes por razones de seguridad, y se ha ordenado a los empleados federales y sus familias buscar refugio.
En medio de la escalada, Israel continúa atacando objetivos estratégicos en Irán. Según fuentes militares israelíes, uno de los bombardeos recientes habría acabado con la vida del general Ali Shadmani, descrito como jefe del Estado Mayor en tiempos de guerra y figura clave del aparato militar iraní. La ofensiva israelí ha apuntado no solo a instalaciones militares, sino también a centros científicos relacionados con el programa nuclear, que Israel y sus aliados consideran una amenaza existencial, pese a las reiteradas afirmaciones de Irán de que su objetivo es exclusivamente civil.

El presidente de EE.UU., Donald Trump
El vicepresidente estadounidense, JD Vance, dejó entrever que Washington podría tomar nuevas «medidas concretas» para frenar el desarrollo nuclear iraní. No obstante, solo Estados Unidos dispone de armas como la bomba GBU-57 —capaz de destruir instalaciones nucleares profundas—, lo que refuerza su papel determinante en el conflicto.
En un gesto sin precedentes, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu instó públicamente a la población iraní a rebelarse contra sus dirigentes, sugiriendo que la eliminación del ayatolá Jamenei significaría el «fin del conflicto». Sin embargo, líderes europeos se han mostrado cautelosos. El presidente francés Emmanuel Macron advirtió que un cambio de régimen forzado en Irán podría derivar en una situación de caos regional aún más grave.