Imagen satelital muestra un primer plano de los cráteres tras los ataques estadounidenses contra Fordow, Irán
Israel golpea la instalación nuclear de Fordow apenas 24 horas después del ataque de Estados Unidos
La instalación nuclear de Fordow, que se considera la joya de la corona del programa atómico de Irán, ha vuelto a ser golpeada, pero, en esta ocasión, por el Ejército israelí, que también alcanzó la Universidad Shahid Beheshti, vinculada al desarrollo nuclear del país persa. Apenas 24 horas antes, Estados Unidos decidió entrar en la guerra contra la República Islámica bombardeando tres plantas nucleares: Isfahán, Natanz y Fordow.
La ofensiva hebrea fue reportada en un primer momento por los medios iraníes, que denunciaron que «el agresor –en referencia a Israel– atacó nuevamente el sitio nuclear de Fordow», según recogió la agencia de noticias oficial Tasnim, citando a un portavoz de la autoridad de gestión de crisis de la provincia de Qom, donde se encuentra esta instalación.
A pesar de los ataques, el funcionario iraní señaló que no existe peligro de radiación para los residentes de la zona. Este último bombardeo se enmarca en una nueva oleada de ataques contra los principales símbolos del régimen de Irán desde primera hora de la mañana de este lunes. «La Fuerza Aérea está lanzando actualmente ataques aéreos contra objetivos militares en Teherán», manifestó el portavoz en árabe del Ejército israelí, Avichay Adraee, en un mensaje en su cuenta de X, antes Twitter.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron que apuntaron contra diferentes aeropuertos en el oeste, este y centro del país persa. Asimismo, informaron de que los ataques causaron daños a pistas de aterrizaje, búnkeres subterráneos, un avión de reabastecimiento y aviones de combate, incluidos el F-14, el F-5 y el AH-1, que pertenecen al régimen iraní, así como a emplazamientos de lanzamiento y almacenamiento de misiles tierra-tierra en la zona de Kermanshah, en el oeste de Irán.
Poco después, el principal portavoz militar del Estado judío, Effie Defrin, confirmó que los aviones de su Fuerza Aérea estaban atacando desde el cuartel general de la Guardia Revolucionaria, hasta la temida prisión de Evin –símbolo de la represión del régimen–, pasando por el reloj que marca «la hora de la destrucción de Israel» en la Plaza de Palestina, en Teherán. «Por cada disparo contra el frente interno israelí, el dictador iraní será castigado y los ataques continuarán con toda su fuerza», escribió en redes sociales el ministro de Defensa hebreo, Israel Katz. El régimen de los ayatolás, por su parte, respondió con una nueva andanada de misiles contra múltiples zonas de Israel. Las sirenas antiaéreas volvieron a resonar en ciudades como Tel Aviv o Jerusalén.
Ante el creciente aumento de los ataques contra instalaciones nucleares, sobre todo tras la implicación estadounidense en el conflicto este sábado, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) exigió este lunes el acceso para evaluar el alcance real de los daños, así como para inspeccionar las reservas de uranio altamente enriquecido. «Debemos permitir que los inspectores regresen in situ y den cuenta de las existencias de uranio, especialmente de los 400 kg enriquecidos al 60 %», insistió el director del OIEA, Rafael Grossi, al comienzo de una reunión de emergencia del organismo en su sede en Viena (Austria).
Grossi, además, advirtió de que esta escalada bélica, de consecuencias aún impredecibles, amenaza con acabar con el régimen de no proliferación nuclear. «El peso de este conflicto amenaza con hacer colapsar el régimen global de no proliferación nuclear, pero aún existe un camino para la diplomacia», apuntó el diplomático argentino. Así continuó su intervención, insistiendo en la importancia de mantener los canales de diplomacia abiertos. «Debemos tomarlo. De lo contrario, la violencia y la destrucción podrían alcanzar niveles inimaginables, y el régimen de no proliferación que ha sustentado la seguridad internacional durante más de medio siglo podría desmoronarse y desaparecer», apuntaló.
A pesar de las continuas llamadas a la contención y al diálogo de la comunidad internacional puede que ya sea demasiado tarde. Irán ya ha dado los primeros pasos para suspender totalmente su colaboración con el organismo nuclear de Naciones Unidas y su Parlamento ya está elaborando una ley para suspender toda comunicación con el OIEA, a la que acusa de no haber cumplido sus obligaciones y convertirse en una «herramienta política».
Mientras que Estados Unidos, en boca de su secretario de Defensa, Pete Hegseth, asegura que ha «pulverizado» el programa nuclear iraní gracias a su 'Operación Martillo de Medianoche', la República Islámica trata de minimizar sus efectos y defiende que se trata únicamente de golpes superficiales contra sus instalaciones. Sin embargo, este lunes, la agencia nuclear de la ONU confirmó daños «muy significativos» en la principal planta de enriquecimiento de uranio de Irán, Fordow.
«Dado el tipo de explosivos utilizados y la extrema sensibilidad de las centrifugadoras a las vibraciones, es de esperar que los daños hayan sido muy significativos», explicó el argentino desde la sede de la OIEA en Viena. A renglón seguido, añadió también que en Isfahán «las entradas a túneles usados para el almacenamiento de material enriquecido parecen haber sido impactadas». Aún así, Teherán informó a la agencia nuclear de Naciones Unidas de que «no ha detectado ningún aumento en los niveles de radiación fuera de los tres sitios» atacados tanto por Estados Unidos como por Israel.