Un bombero trabajando en un incendio tras un masivo ataque ruso con drones y misiles contra la capital ucraniana, Kiev
Putin se ensaña con una Ucrania a la que Trump le niega las armas
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, levantó el teléfono este jueves para hablar con su homólogo estadounidense, Donald Trump, con la excusa de felicitarle por el Día de la Independencia, que se celebra el 4 de julio en Estados Unidos. En la conversación, que duró poco más de una hora, el ruso insistió al estadounidense en que no renunciaría a sus «objetivos» en Ucrania o, en otras palabras, que no aceptaría una tregua en el país invadido hasta que no consiga someterlo por completo. Horas después de la llamada, y por si a Trump todavía no le había quedado claro el mensaje, Moscú lanzó el mayor ataque aéreo sobre Ucrania desde el inicio de la invasión.
Durante la madrugada del jueves al viernes, Rusia rompió un récord con el lanzamiento de unos 550 drones y once misiles balísticos, superando la cifra máxima de 537 del pasado sábado. De esa andanada, la Fuerza Aérea ucraniana informó que 72 penetraron sus defensas aéreas e impactaron, en su gran mayoría, en Kiev. Este bombardeo ha sido, además, uno de los más largos: duró desde la medianoche hasta pasadas las 4 de la madrugada y dejó dos muertos y 26 heridos, 14 de ellos de gravedad. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, denunció en sus redes sociales que este último bombardeo masivo «es una prueba clara de que, sin una presión verdaderamente a gran escala, Rusia no cambiará su estúpido y destructivo comportamiento».
«Es necesario que, por cada golpe a las personas y a sus vidas, sientan las correspondientes sanciones y otros golpes a su economía, a sus ingresos, a su infraestructura. Esto es lo único que se puede lograr rápidamente para cambiar la situación y mejorarla. Y depende de los socios, principalmente de Estados Unidos», insistió el ucraniano. Antes incluso de que Putin atacara nuevamente Ucrania, Trump ya había reconocido su frustración con su homólogo ruso, tras una conversación que no logró ningún avance hacia la paz.
Incendios en Ucrania después del ataque masivo de Rusia
«Estoy muy decepcionado con la conversación con Putin. Sinceramente, me parece que Putin ya no está [dispuesto a negociar una tregua]. Estoy muy decepcionado porque no creo que quiera parar, y eso es muy malo», confesó el presidente estadounidense. Aun con todo, Trump no parece dispuesto a reanudar el envío de armamento a Ucrania, especialmente el de los sistemas antiaéreos Patriot, que tanto necesita Kiev para hacer frente a ataques como el de este viernes. Mucho menos parece estar dispuesto a aprobar nuevos paquetes de ayuda para el país invadido. En la noche del miércoles, Estados Unidos anunció que interrumpía parcialmente el envío de ayuda a Ucrania y justificó la medida por la necesidad de preservar los intereses estratégicos y las reservas militares estadounidenses.
Zelenski, que llevaba varios días tratando de programar una llamada con Trump para discutir esta decisión y que pilló por sorpresa al Gobierno de Kiev, consiguió finalmente hablar con el republicano este viernes. Sin embargo, la conversación, que duró unos 40 minutos, concluyó sin grandes promesas. El ucraniano informó, en un mensaje en su cuenta de Telegram, que ambos se comprometieron a trabajar juntos para «reforzar la protección del cielo». «Acordamos una reunión adecuada entre nuestros equipos», apuntó Zelenski. Rusia ha recrudecido sus ataques aéreos contra Ucrania durante los últimos meses y cada jornada marca un récord en cuanto al número de drones o misiles lanzados.
El ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, denunció esta semana que Moscú había lanzado el pasado mes de junio contra su país más de 330 misiles, incluidos casi 80 misiles balísticos, 5.000 aviones no tripulados y 5.000 bombas planeadoras, registrando cifras nunca vistas en la contienda. Para protegerse ante estos bombardeos, el país invadido necesita de los sistemas de defensa antiaérea Patriot, que únicamente posee Estados Unidos.
Se cree que Ucrania cuenta con ocho de estas baterías, la mayoría de las cuales están desplegadas en los alrededores de Kiev. Ante la falta evidente de estas defensas, tan cruciales para la supervivencia del país europeo, el canciller alemán, Friedrich Merz, también propuso este jueves a Trump la posibilidad de comprar a Estados Unidos los Patriot para Ucrania. Entre el paquete de armas que Washington ha frenado —en algunos casos se ha quedado en la frontera con Polonia— se incluían precisamente estos sistemas de defensa antiaérea Patriot, además de los cohetes Stinger, así como proyectiles de artillería guiados y municiones utilizadas por los F-16 y NASAMS.
Además, Washington también decidió retener más de cien misiles Hellfire, unos 250 proyectiles GMLRS para ataques de precisión a larga distancia y sistemas antitanque como el lanzador AT4. Trump trató de salir del paso asegurando a los periodistas este jueves que su país sigue «proporcionando armas» a Ucrania y que no han suspendido «por completo» su suministro. Y, como suele ser habitual en sus discursos, el republicano aprovechó para arremeter contra el expresidente Joe Biden, al que culpó de «vaciar todo nuestro país dándoles armas». «Tenemos que asegurarnos de tener suficientes para nosotros», zanjó.