Le Pen sentencia a Bayrou, que caerá el próximo lunes, y exige nuevas elecciones en Francia

La líder de Reagrupamiento Nacional (RN), Marine Le Pen, acudió temprano y acompañada del presidente de la formación, Jordan Bardella, este martes a la reunión convocada por el primer ministro de Francia, François Bayrou, para tratar de salvar su Ejecutivo de cara al próximo lunes cuando se someterá a una moción de confianza. Sin embargo, Le Pen, y como era de esperar, no volverá a ser el salvavidas de Bayrou y le ha dejado claro que le dejará caer.

La única bala que le queda ahora al primer ministro galo es que el Partido Socialista, con el que tiene previsto reunirse este jueves, le apoye. Una posibilidad que se presenta remota, ya que e líder del grupo, Olivier Faure, reclama que sean ellos los que lideren el Gobierno y, además, se oponen frontalmente al plan de recortes presentado por Bayrou. La formación radical de izquierdas La Francia Insumisa (LFI), ni siquiera ha aceptado la invitación de Bayrou.

Una vez concluido el encuentro, Bardella, desde el palacio de Matignon, declaró a los medios ahí presentes: «El milagro no se ha producido», resumió con un tono irónico. El presidente de RN reconoció que su formación está en «total desacuerdo» con los presupuestos elaborados por el Ejecutivo de Bayrou, que definió como «perjudiciales para el país y extremadamente injustos para los franceses».

En esta misma línea, recriminó a Bayrou haber esperado hasta la vuelta de verano para iniciar los contactos con las formaciones. «Si realmente hubiera querido escuchar a los diferentes partidos políticos, todo esto se habría hecho en julio», apuntó Bardella. «Optó por pulsar el botón del asiento eyectable y realizar consultas a posteriori», insistió el delfín de Le Pen.

Por su parte, la líder de RN pidió una «disolución ultrarrápida» del Gobierno y exigió al presidente francés, Emmanuel Macron, un adelanto electoral para que una «nueva mayoría pueda elaborar un presupuesto». Bardella mostró su total apoyo a la petición de Le Pen: «Cuanto antes vayamos a las urnas, antes tendrá Francia unos presupuestos».

Francia necesita urgentemente unas nuevas cuentas, ya que atraviesa una compleja situación financiera. Incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) amenazó, el pasado mes de agosto, con intervenir dado el alto nivel de endeudamiento del país. La Unión Europea (UE) también ha advertido e insistido a París en la necesidad de realizar recortes.

Ante esta crítica situación, el primer ministro galo presentó el pasado mes de julio un plan radical de recortes de 44.000 millones de euros para frenar la deuda francesa. Un plan que no ha terminado de convencer a ninguna formación y que el próximo 8 de septiembre, si todo sigue igual, provocará la caída de Bayrou, tras ocho meses al frente del Gobierno, convirtiéndose en el cuarto primer ministro en caer en esta legislatura y añadiendo aún más presión sobre un impopular Macron.

Para tratar de salir de este atolladero, el mandatario galo ha convocado este mismo martes en el Elíseo a los líderes de los partidos que sí apoyan a Bayrou, según informó Le Figaro. Entre estos políticos se encuentran Édouard Philippe (Horizontes), Gabriel Attal (del macronista Renacimiento) y el actual ministro del Interior, Bruno Retailleau (Los Republicanos).