Julia Wandelt, la impostora de Madeleine McCann
Comienza el juicio contra la impostora que se hacía pasar por Madeleine McCann y acosaba a sus padres
Julia Wandelt emprendió una intensa campaña de acoso contra Kate y Gerry McCann, que incluyó decenas de llamadas diarias, mensajes electrónicos, cartas e incluso visitas a su domicilio
El Tribunal de la Corona de Leicester, en el Reino Unido, ha abierto este lunes el juicio contra Julia Wandelt, también conocida como Julia Faustyna o Julia Wendell, la joven polaca de 24 años acusada de acosar durante más de dos años a los padres de Madeleine McCann haciéndose pasar por su hija desaparecida. El caso, que ha causado un gran revuelo mediático, saca nuevamente a la luz uno de los episodios más dolorosos y mediáticos de las últimas décadas: la misteriosa desaparición de la niña británica en Portugal en 2007.
Según la acusación, Wandelt emprendió una intensa campaña de acoso contra Kate y Gerry McCann, que incluyó decenas de llamadas diarias, mensajes electrónicos, cartas e incluso visitas a su domicilio. En una de esas cartas, firmada como «Madeleine x», la acusada aseguraba recordar el secuestro de la pequeña en el apartamento vacacional de Praia da Luz. La mujer llegó a presentarse frente a la vivienda de los McCann acompañada de una supuesta cómplice, Karen Spragg, de 61 años, con quien habría intentado confrontar a la madre de la menor y exigirle una prueba de ADN para «demostrar» su identidad.
Los fiscales describieron ante el tribunal una conducta «persistente, manipuladora y cruel» que causó una «profunda angustia emocional» a la familia McCann, que lleva casi dos décadas lidiando con teorías, rumores y falsas esperanzas. En la vista se presentaron grabaciones y mensajes que evidencian el acoso sistemático. Tanto Wandelt como Spragg han negado los cargos, aunque los análisis genéticos realizados por las autoridades británicas y polacas han confirmado que no existe ningún vínculo biológico entre la joven y la familia McCann.
El origen de esta historia se remonta a 2023, cuando Julia Wandelt saltó a la fama internacional tras asegurar en redes sociales que era Madeleine McCann. Sostuvo su versión alegando coincidencias físicas y recuerdos fragmentarios de su infancia, además de afirmar que estaba dispuesta a someterse a pruebas genéticas. Su relato atrajo la atención de los medios y de millones de usuarios en internet, aunque pronto fue desmentido por sus propios familiares, quienes presentaron documentos y fotografías que demostraban su verdadera identidad.
En paralelo, la investigación sobre la desaparición de Madeleine McCann continúa abierta. La niña, que tenía tres años cuando desapareció el 3 de mayo de 2007 durante unas vacaciones familiares en el Algarve portugués, sigue siendo uno de los mayores enigmas policiales de Europa. Las autoridades alemanas mantienen como principal sospechoso a Christian Brückner, un ciudadano alemán con antecedentes por delitos sexuales, aunque los fiscales reconocen que por ahora no existen pruebas suficientes para presentar cargos formales.
El juicio contra Wandelt y Spragg se prevé que se prolongue durante varias semanas. De ser declaradas culpables, podrían enfrentarse a penas significativas por acoso y suplantación de identidad. Mientras tanto, la familia McCann continúa buscando justicia y respuestas, más de dieciocho años después de la desaparición de su hija.