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El presidente de EE.UU.,  Donald Trump, y el de China, Xi Jinping

El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el de China, Xi JinpingEuropa Press

Trump cambia el discurso con China, rechaza reunirse con Xi y amenaza con aranceles «masivos»

En principio estaba prevista una reunión entre ambos mandatarios a finales de mes en Corea del Sur

La presidencia de Donald Trump ha provocado una gran inestabilidad en las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Después de meses de amenazas, respuestas, aranceles y treguas, parecía que la relación entre dos de las grandes economías mundiales había encontrado un punto sobre el que construir. Incluso se esperaba que los dirigentes, Donald Trump y Xi Jinping, se reunieran en las próximas semanas, tal como confirmaron ellos mismos. Pero todo ha saltado por los aires.

En una publicación en su propia red social, Truth, el mandatario estadounidense rechaza reunirse con Xi en la cumbre prevista para finales de mes en Corea del Sur, y le ha advertido que prepara una «masiva subida de aranceles» sobre las importaciones chinas.

En un extenso comunicado, Trump aseguró que «cosas muy extrañas están ocurriendo en China» y denunció que el Gobierno chino ha enviado cartas a varios países anunciando nuevas restricciones a la exportación de materiales estratégicos, incluidas las tierras raras, con las que «pretende mantener al mundo como rehén».

El republicano calificó la medida como un intento de «bloquear los mercados globales» y sostuvo que, aunque las relaciones bilaterales habían sido «muy buenas en los últimos seis meses», Pekín habría estado «esperando el momento» para actuar. «He sido probado una vez más: tenían un plan, y ahora lo están ejecutando», escribió Trump.

Horas antes, el Ministerio de Transporte de China había anunciado la imposición de una «tarifa portuaria especial» a los buques de propiedad o bandera estadounidense, en respuesta a un recargo similar aplicado por Washington. La medida, que entrará en vigor el 14 de octubre, incrementará progresivamente el coste de atraque en puertos chinos para los barcos vinculados a empresas estadounidenses.

Los aranceles recíprocos impuestos por la administración Trump entraron en vigor el 9 de abril

Estados Unidos y China llevan meses de tensiones comercialesAFP

Trump interpretó esa decisión como parte de una «escalada hostil» y aseguró que su Gobierno prepara contramedidas económicas. «Para cada elemento que China ha intentado monopolizar, Estados Unidos tiene dos. No quería usarlos, pero quizás ha llegado el momento», afirmó el presidente, que adelantó un plan para imponer nuevos aranceles a los productos chinos que entren en territorio estadounidense.

El endurecimiento del tono de Washington amenaza con complicar aún más el diálogo entre las dos mayores economías del planeta. La Administración Trump acusa a Pekín de buscar una posición de dominio en sectores estratégicos como el de los minerales críticos, esenciales para la producción tecnológica y militar.

Según fuentes citadas por medios estadounidenses, la Casa Blanca está evaluando también medidas adicionales, como restricciones a la inversión china en el país y nuevos vetos a la exportación de componentes tecnológicos. Trump concluyó su mensaje con una referencia geopolítica: «Este es el día en que, tras tres mil años de conflictos, hay paz en Oriente Medio. ¿Coincidencia? No lo creo», escribió, insinuando que la maniobra china podría tener un trasfondo político más amplio.

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