Marruecos logra que Rusia respalde su plan para anexionarse el Sáhara Occidental

Moscú albergó este jueves una cumbre de alto nivel entre Rusia y Marruecos que marca un nuevo impulso en las relaciones entre ambos países. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, y su homólogo marroquí, Nasser Bourita, mantuvieron un encuentro destinado a reforzar la cooperación bilateral y discutir los principales temas internacionales.

Durante la reunión, ambos gobiernos firmaron un memorando de entendimiento para la creación de un comité interdepartamental que coordinará futuras iniciativas conjuntas en los ámbitos económico, científico, cultural y energético. Esta decisión se suma a los más de 180 acuerdos ya vigentes entre Moscú y Rabat.

En el plano internacional, Lavrov y Bourita dedicaron una parte importante de la cumbre a hablar sobre la situación en Oriente Medio. Ambos celebraron el reciente alto el fuego alcanzado en la franja de Gaza y coincidieron en la necesidad de garantizar su estabilidad, facilitar el ingreso de ayuda humanitaria y retomar un proceso político que conduzca a la creación de un Estado palestino.

Rusia, por su parte, agradeció la postura equilibrada de Marruecos ante los conflictos internacionales, especialmente su posición prudente respecto a la invasión rusa de Ucrania.

Uno de los puntos más sensibles tratados fue el del Sáhara Occidental. Moscú expresó su disposición a respaldar el Plan de Autonomía propuesto por Marruecos, siempre que cuente con el consenso de todas las partes y se inscriba dentro del marco de las Naciones Unidas.

Este gesto representa un cambio significativo en la política rusa en el norte de África, que hasta ahora había mantenido una posición más distante sobre el tema, por su estrecha relación con Argelia. Bourita, por su parte, reafirmó la voluntad de su país de encontrar una solución duradera que respete la integridad territorial de Marruecos y el derecho internacional.