Fundado en 1910
Vladimir Putin y Donald Trump en la base de la Fuerza Aérea de Elmendorf en Alaska

Vladimir Putin y Donald Trump en la base de la Fuerza Aérea de Elmendorf en AlaskaAndrew Caballero-Reynolds / AFP

Las cuatro razones detrás de la elección de Budapest como sede para la reunión entre Trump y Putin

El presidente estadounidense dio un plazo de dos semanas para el encuentro en la capital húngara

Ayer jueves, por la tarde, los mandatarios de Estados Unidos y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin respectivamente, mantuvieron una larga conversación telefónica como previa al encuentro que esta misma tarde mantendrá Trump con el líder ucraniano, Volodimir Zelenski. No ha trascendido demasiado sobre de qué hablaron telefónicamente los dos presidentes –probablemente Putin pidió a Trump negarle a Zelenski el suministro de misiles Tomahawk–, pero sí se ha confirmado que ambos se reunirán, presencialmente, en Budapest, la capital de Hungría, «en un plazo de dos semanas» tal como afirmó Trump desde la Casa Blanca.

Será el segundo encuentro cara a cara entre los dos mandatarios en este segundo mandato de Trump, después del que tuvieron el pasado mes de agosto en Alaska. En ese entonces, y pese a que los resultados de esa reunión no fueron los esperados, ya corrieron ríos de tinta sobre la elección del estado estadounidense como sede para el encuentro y la rotura del aislamiento internacional de Putin. Ahora, la elección de Budapest vuelve a abrir dudas.

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, se apresuró a confirmar la noticia. «Hungría es el único país que apoya la paz en Europa», afirmó en la radio pública Kossuth, destacando que su Gobierno ofrece un entorno «seguro y estable» para la cita. A su juicio, «si buscaban un lugar seguro desde el punto de vista de la paz y del técnico, Budapest parece una elección lógica». Pero esa es solo una parte de la historia.

Un terreno neutral, pero seguro para Putin

Los movimientos internacionales de Putin están muy limitados desde que, en 2023, la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra él por crímenes de guerra en Ucrania. Es una situación similar a la del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, que hace solo unas semanas tuvo que modificar –y alargar– su viaje a Washington para evitar sobrevolar países donde podría haber sido detenido, como España y Francia.

Sin embargo, Hungría abandonó los estatutos de la Corte Penal Internacional, convirtiéndose un territorio políticamente seguro para Vladimir Putin. El propio Netanyahu ya estuvo en el país hace unos meses sin mayores problemas.

Así ha sido el encuentro entre Putin y Orban

Viktor Orban junto a Vladimir Putin

Siguiendo esta lógica, también otros países podrían haber sido la sede de la cita por no haber ratificado el Estatuto de Roma, el tratado fundacional de la CPI. Por ejemplo Turquía, donde ya se han venido celebrando reuniones entre delegaciones de Rusia y Ucrania, o Estados Unidos, donde tuvo lugar el comentado encuentro entre ambos hace un par de meses.

El Memorándum de Budapest

A Trump, si algo le gusta, son los ecos históricos y las remincencias del pasado. De hecho, basó gran parte de su campaña presidencial en semejanzas con el expresidente Ronald Reagan. Por eso, la elección de Budapest también tiene mucho de simbólico. La capital húngara ya fue sede, en 1994, del Memorándum de Budapest, por el que Ucrania renunciaba a su arsenal nuclear a cambio de garantías de seguridad ofrecidas por Rusia, Estados Unidos y Reino Unido.

Tres décadas después, la guerra en Ucrania simboliza precisamente el fracaso de aquel compromiso. Que el nuevo intento de negociación tenga lugar en el mismo escenario es un guiño histórico y un intento de cerrar el círculo.

Orban, el anfitrión perfecto para ambos

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, es, probablemente, el único líder europeo capaz de recibir a la vez a Donald Trump y a Vladimir Putin sin generar tensiones. El mandatario mantiene una relación fluida con ambos, a los que une un mismo estilo político.

Además, Orban fue el primer dirigente europeo en respaldar públicamente el regreso de Trump a la Casa Blanca y es también el más cercano a Putin de los líderes europeos. El pasado mes de julio viajó a Moscú y el país lleva meses bloqueando en la Unión Europea un paquete con 6.600 millones de euros de apoyo militar a Ucrania.

Un mensaje a Bruselas y a Kiev

La elección de Budapest tiene también una clara dimensión política y es otro portazo en la cara a la Unión Europea que, después de quedar aislados en las conversaciones por la paz en la franja de Gaza, ahora ven también como no tienen voz ni voto en la guerra de Ucrania. Hungría es el socio más díscolo de Bruselas, el que más ha cuestionado las sanciones y más obstáculos ha puesto a las ayudas comunitarias a Kiev.

En Kiev tampoco habrá gustado la elección. La relación entre Orban y Zelenski es tensa desde hace años y el ucraniano habría preferido otro lugar. Seguramente, ese tema sea uno de los que discuta esta tarde con Trump, aunque Zelenski, que lleva meses midiendo muy bien sus palabras con el republicano, deberá andar con pies de plomo si no quiere que su visita a la Casa Blanca termine igual de mal que la de febrero.

comentarios
tracking

Compartir

Herramientas