El canciller alemán, Friedrich Merz
Merz afirma que ya «no hay motivos de asilo» para los sirios en Alemania y abre la puerta a deportaciones
Alemania acogió a más refugiados sirios que cualquier otro país de la Unión Europea, especialmente durante la oleada de 2015-2016
El Gobierno alemán ha dado un giro en su política hacia los refugiados sirios, once meses después de la caída del régimen de Bashar al Asad. El canciller, Friedrich Merz, ha asegurado este martes que Siria ya no ofrece motivos para la protección internacional y que, por tanto, ha llegado el momento de iniciar el retorno de quienes huyeron durante los catorce años de guerra civil.
«Ya no existe fundamento para el asilo en Alemania, y por ello podemos comenzar también con las repatriaciones», afirmó Merz, quien sostuvo que muchos de los más de un millón de sirios residentes en el país regresarán de forma voluntaria para colaborar en la reconstrucción.
Por su parte, el ministro de Exteriores, Johann Wadephul, había expresado dudas tan solo unos días antes, tras una visita a Damasco en la que constató que la devastación, la escasez de servicios básicos y la inseguridad aún impiden imaginar una «vida digna» en gran parte de Siria.
Alemania acogió a más refugiados sirios que cualquier otro país de la Unión Europea, especialmente durante la oleada de 2015-2016. Hoy son 1,3 millones, según cifras oficiales. Casi una cuarta parte nació ya en territorio alemán. Muchos han obtenido la ciudadanía, aunque la mayoría aún vive con permisos temporales.
Más de 7.000 médicos sirios trabajan en el sistema sanitario alemán, en especial en zonas rurales que sufren escasez de personal desde hace décadas. También hay presencia masiva en la industria y en oficios técnicos, justo cuando el país afronta un envejecimiento acelerado de su población trabajadora.
La discusión ha tomado un cariz más tenso tras la detención en Berlín, este fin de semana, de un joven sirio de 22 años acusado de planear un atentado suicida islamista. Alice Weidel, líder de Alternativa para Alemania (AfD), el principal partido de la oposición, se apresuró a denunciar la «ingenuidad» del Gobierno y calificó las palabras de Wadephul como «una bofetada a las víctimas de la violencia islamista».
El propio Merz anunció el lunes que ha invitado a Ahmed al Sharaa, presidente de Siria, a Alemania para negociar la expulsión de refugiados con antecedentes penales, una demanda recurrente en los últimos meses.