Kim Jong Un (C) en un evento militar en Pyongyang
La élite comunista de Corea del Norte viste abrigos de piel y marcas de lujo en medio de la hambruna y el frío
Un abrigo de visón usado por las mujeres de los dirigentes norcoreanos supera los mil euros, el costo de unas dos toneladas de arroz
El «paraíso comunista» prometido por la dinastía de los Kim en Corea del Norte parece solo alcanzar a una élite política y económica, mientras el resto de la población lucha para comer y mantenerse caliente en medio del frío invierno.
Informes recientes provenientes del interior de un país cerrado por el régimen de Pyongyang sugieren una creciente desigualdad entre una pequeña, pero rica élite y la mayoría de la población excluida de cualquier tipo de lujo.
En las zonas cercanas a China, donde hay comercio transfronterizo tanto oficial como negro, las mujeres adineradas de Corea del Norte usan cada vez más abrigos de piel, además de maquillaje y perfumes fabricados por marcas internacionales de lujo como Chanel, según informes de prensa verificada por The Times.
Kim Yo-jong, hermana del dictador norcoreano, en un evento internacional
Mientras tanto, la gran mayoría de los hogares norcoreanos no pueden comprar ni tan siquiera plástico para aislar las ventanas y conservar el calor en casas sin calefacción durante el crudo invierno.
La familia del «líder supremo», Kim Jong-un, incluyendo a su esposa, Ri Sol-ju, y a su hija adolescente, Kim Ju-ae, suele lucir ropa y accesorios discretos, pero evidentemente caros y de buena calidad.
Si bien, los miembros masculinos de la élite, incluso los que no visten uniforme militar, visten ropa genérica y anticuada cuando los Kim viajan al extranjero, la ostentación se hace patente.
Según recuerda The Times, en una visita a China en septiembre, Kim fue fotografiado con un reloj suizo de oro de 14.000 euros y su hermana y portavoz, Kim Yo-jong, fue vista con un bolso Dior de 5.000 euros.
Ahora, según el sitio web de noticias Daily NK, citando entrevistas con norcoreanos contactados por teléfono dentro del país, hay una tendencia creciente al consumo ostentoso entre la clase comercial conocida como dongju, o «dueños del dinero».
Kim Yo-jong, hermana del dictador norcoreano, en un evento internacional
El sitio web informa que en la ciudad de Sinuiju, en la frontera con China, los dongju pagan el equivalente a 10.000 yuanes chinos (unos 1.000 euros) por un abrigo de visón: el costo de unas dos toneladas de arroz y suficiente para comprar una casa modesta.
Una fuente anónima afirmó que la esposa de un empresario de Sinuiju tenía dos abrigos de ese tipo. «Me pregunto cómo reaccionarían los trabajadores de la empresa si descubrieran que el precio de un abrigo usado por las esposas de los ejecutivos equivale al precio del arroz que puede alimentar a una familia durante varios años» señaló la fuente.
Los empresarios norcoreanos de la élite comunista también importan ropa de marcas como Nike, Adidas, Lacoste y Le Coq Sportif por rutas legales. Los inspectores de aduanas suelen confiscar productos de Corea del Sur, el odiado rival de Pyongyang, así como marcas occidentales con etiquetas extranjeras llamativas o evidentes, como el logo de Nike, pero también se permiten productos más discretos.
Por otro lado, en la capital norcoreana se ven cada vez más coches chinos de propiedad privada, identificables por sus matrículas amarillas, detalla The Times.