Las joyas robadas del Louvre siguen sin aparecer
Una auditoria del Louvre de 2018 avisó del riesgo de robo por el mismo balcón y en la misma sala donde ocurrió
Hasta se barajaba el posible uso de un montacargas como el utilizado el 19 de octubre
El culebrón del robo en el Museo del Louvre parece no tener fin. Tras el asalto cinematográfico en tiempo récord y la detención de dos mujeres y dos hombres, fruto de las pesquisas y de los restos de ADN identificados, ahora llega otra noticia.
Una auditoría de seguridad del Museo del Louvre de 2018 identificaba, entre otros puntos vulnerables, el balcón por el que los ladrones entraron al edificio el 19 de octubre y se apoderaron de ocho joyas de un valor patrimonial incalculable. El botín sigue sin recuperarse y no parece que ese milagro vaya a suceder.
En ese documento, cuyo contenido desvela Le Monde, se informa que la auditoría la realizaron expertos en seguridad de la firma de joyería Van Cleef & Arpels que identificaron «con gran precisión» el riesgo que implicaba ese balcón ubicado en la fachada del edificio que da al río Sena y advirtieron hasta de la facilidad de usar un montacargas como el que utilizaron los cacos.
La Justicia, según Le Monde, todavía no ha tenido acceso a este informe, que de haberse filtrado podría incluso explicar la estrategia empleada por los ladrones en octubre pasado, dadas las coincidencias con su 'modus operandi'.
La auditoría de 2018 se realizó en un contexto de inquietud de la policía de París y de las grandes firmas de lujo de la capital francesa por el aumento de los robos, en especial en la zona centro, que es donde se encuentra el que es el museo más visitado del mundo.
El estudio, que no se había hecho público, alertaba de grandes deficiencias de seguridad del Louvre, que entonces presidía Jean-Luc Martinez, y el asunto del balcón de la Galería de Apolo, en concreto, se abordaba en dos páginas con tres esquemas, siempre según Le Monde.
Los autores de la auditoría insistían en el texto en que ese balcón que da al Quai François-Mitterrand es «uno de los mayores puntos vulnerables del establecimiento» y en la facilidad de acceso desde el suelo. De hecho, barajaban el posible uso de un montacargas.
También advertían que las cámaras de seguridad no cubrían completamente ese punto.
Además, de acuerdo con las informaciones del periódico, un año antes Martinez había recibido ya otro informe de riesgos elaborado por el Instituto Nacional de Altos Estudios de Seguridad y Justicia de París, pero la dirección del museo consideró sus conclusiones demasiado alarmistas y generales, por lo que quedó a la espera de recibir recomendaciones más precisas.
La firma Van Cleef & Arpels, sin desmentir la existencia de ese informe de 2018, rechazó hacer comentarios a Le Monde, mientras que la dirección del Louvre, liderada desde 2021 por Laurence des Cars, señaló que esa evaluación solo ha salido a la luz después de que la nueva presidenta, tras el robo, pidiera todos los documentos sobre la Galería de Apolo de los últimos 25 años.
«Estos documentos no se habían comunicado durante el cambio de dirección, en el otoño de 2021», aseveró el museo a Le Monde, además de indicar que la auditoría se ha «remitido a la Inspección General de Asuntos Culturales para que se incorpore a las investigaciones en curso».
Estas informaciones se conocieron poco después de que la Fiscalía diera a conocer este martes cuatro nuevas detenciones en el marco de las investigaciones por el robo.
Los detalles sobre sus identidades, más allá de que se trata de dos hombres y dos mujeres que fueron arrestados en la región de París, y los cargos de los que se los acusa se mantienen confidenciales.
De acuerdo a los datos filtrados por la prensa, sin embargo, uno de los hombres sería el cuarto y último integrante del comando que perpetró 'in situ' el robo en la mañana del 19 de octubre, que fue una operación relámpago acometida en apenas minutos.
Los otros tres ya habían sido detenidos en las últimas semanas y también hay por el momento imputada una mujer más, acusada de complicidad.