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El presidente de Estados Unidos, Donald TrumpGetty Images via AFP

La Casa Blanca cree que Europa será irreconocible en 20 años: «La inmigración está transformando el continente»

Además de las críticas a Europa, el informe también profundiza en la falta de confianza que tiene el Viejo Continente y que, según ellos, se nota en su relación con Rusia

A punto de cumplirse 11 meses desde que Donald Trump volvió a asumir el cargo de presidente de Estados Unidos, la Casa Blanca ha emitido un informe titulado Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América donde profundizan en lo que consideran éxitos de la Administración en estos meses y las áreas de mejora que le quedan al mundo.

De hecho, las primeras líneas del informe, redactadas por el propio Trump, ya dan buena muestra de lo que será el resto del documento: «En los últimos nueve meses, hemos resctado a nuestra nación y al mundo del borde de la catástrofe y el desastre», asegura. El informe, que se divide en cuatro apartados –¿Cuál es la estrategia de América? ¿Qué debería querer Estados Unidos? ¿Cuáles son los medios disponibles de Estados Unidos para conseguir lo que queremos? y La Estrategia–, discurre durante casi 30 páginas sobre los objetivos y deseos del país norteamericano.

En el último de sus apartados, el de la estrategia –que se divide entre Asia, Europa, África, Oriente Medio y el hemisferio occidental– dedica un buen apartado al Viejo Continente, al que, pese a decir que está «sentimentalmente atado a América», no duda en criticar. Concretamente, el informe asegura que, si las tendencias actuales continúan, «el continente será irreconocible en 20 años o menos».

Entrando en las causas de esto, aseguran que «los problemas más amplios que enfrenta Europa incluyen las actividades de la Unión Europea y otros organismos transnacionales que socavan la libertad y la soberanía políticas, las políticas migratorias que están transformando el continente y generando conflictos, la censura de la libertad de expresión y la supresión de la oposición política, la caída de las tasas de natalidad y la pérdida de la identidad nacional y la confianza en sí mismos».

Estas palabras coinciden con las ya pronunciadas en el pasado por cargos de la Administración Trump. Por ejemplo, el pasado mes de febrero, el vicepresidente, J.D. Vance, aseguró en una conferencia en Múnich que Europa estaba abandonando sus valores fundamentales: «Lo que me preocupa es la retirada de Europa de algunos de sus valores fundamentales, compartidos con los Estados Unidos. Por ejemplo, parecían encantados con que el Constitucional rumano haya anulado las elecciones, e incluso parece que desean que ocurra lo mismo en las próximas elecciones de Alemania. Tenemos que hablar menos de valores democráticos y vivirlos más», dijo en su momento el segundo hombre más poderoso del Gobierno estadounidense.

J.D Vance, vicepresidente de los Estados Unidos, durante su visita a MunichTobias Schwarz / AFP

Un mes después, en marzo, cuando se filtró una conversación entre el propio Vance, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el entonces consejero de Seguridad Nacional, Mike Waltz, Vance también afirmaba que «simplemente odio tener que rescatar a Europa otra vez», en referencia al ataque que Estados Unidos planeaba –y llevó a cabo– contra los hutíes de Yemen.

Además de esas críticas a Europa, el informe también profundiza en la falta de confianza que tiene el Viejo Continente y que, según ellos, se nota en su relación con Rusia. «La guerra de Ucrania ha tenido el efecto perverso de aumentar la dependencia externa de Europa, especialmente de Alemania», asegura la Casa Blanca.

En lo relativo a Europa, el informe finaliza con una serie de recomendaciones sobre lo que el continente debería hacer: restablecer la estabilidad estratégica con Rusia; permitir que Europa se mantenga independiente y opere como un grupo de naciones soberanas alineadas; cultivar la resistencia a la trayectoria actual de Europa; abrir los mercados europeos a los bienes y servicios estadounidenses; fortalecer las naciones prósperas de Europa Central, Oriental y Meridional mediante vínculos comerciales; acabar con la percepción de que la OTAN es una alianza en constante expansión y animar a Europa a tomar medidas para combatir el exceso de capacidad mercantilista, el robo tecnológico, el ciberespionaje y otras prácticas económicas hostiles.

Doctrina Monroe

Fuera de Europa, en lo relativo al hemisferio occidental, el informe también señala que «tras años de abandono, Estados Unidos reafirmará y hará cumplir la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el hemisferio occidental y proteger nuestra patria y nuestro acceso a geografías clave en toda la región». Concretamente, la Doctrina Monroe hace referencia a una declaración de política exterior de Estados Unidos de 1823 que se oponía a la colonización europea en las Américas y afirmaba que cualquier intento de intervención europea se consideraría una amenaza para la seguridad de Estados Unidos.

«El hemisferio occidental alberga muchos recursos estratégicos que Estados Unidos debería desarrollar con la colaboración de aliados regionales, para que tanto los países vecinos como el nuestro sean más prósperos», prosigue el dosier, que asegura que «será difícil revertir cierta influencia extranjera, dadas las alineaciones políticas entre ciertos gobiernos latinoamericanos y ciertos actores extranjeros». No es casualidad tampoco la aparición de estas declaraciones justo cuando el cerco contra Nicolás Maduro y Venezuela se va estrechando cada día más.