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El ministro de Relaciones Exteriores, Albares

El ministro de Relaciones Exteriores, AlbaresEFE

España condena la entrada de fuerzas israelíes a unas instalaciones de la ONU en Jerusalén

El Ministerio de Relaciones Exteriores ha recalcado que esta acción del Gobierno israelí «viola los privilegios e inmunidades de la agencia de Naciones Unidas».

El Gobierno de España ha condenado en la noche de este lunes la entrada de las fuerzas de seguridad israelíes a las instalaciones de la sede de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo situada en la ciudad de Jerusalén.

A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores español ha recalcado que esta acción del ejército y Gobierno israelí «viola los privilegios e inmunidades de la agencia de Naciones Unidas».

Además, desde el Gobierno Español han urgido y han hecho «una llamada al respeto del derecho internacional y de las obligaciones internacionales asumidas por todos los Estados miembros de Naciones Unidas». También han insistido en pedir a Israel que permita que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina pueda seguir cumpliendo con su mandato sin limitaciones ni obstáculos.

En su comunicado han querido reiterar el respaldo del Gobierno de España a la agencia puesto que consideran que se trata de «un actor fundamental e insustituible en la resolución del conflicto entre Palestina e Israel así como en su acción para aliviar la insoportable crisis humanitaria en Gaza».

La agencia en Jerusalén

Por otro lado, antes del comunicado español, la Agencia denunciaba que al parecer, la Policía israelí había entrado por la fuerza en las instalaciones de la sede en Jerusalén del este en el trascurrir de la madrugada del lunes.

Según las autoridades de la Agencia, las fuerzas israelíes habrían rodeado todo el complejo de las instalaciones con motocicletas, camiones y grúas, antes de acceder al interior.

Ha sido el comisionado general de la Agencia, quien ha explicado que las fuerzas israelíes, acompañadas por funcionarios municipales, «irrumpieron en el complejo», donde habrían cortado todas las comunicaciones, confiscado muebles y equipos informáticos, y reemplazado la bandera azul de la ONU por una bandera israelí.

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