María Corina Machado, líder de la oposición de Venezuela
Un disfraz, apoyo estadounidense y «muchas personas arriesgando su vida»: las claves de la huida de María Corina de Venezuela
Desde que la opositora venezolana María Corina Machado fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz hasta hoy, día de la entrega del galardón, la gran pregunta que ha rodeado a su figura es si podría salir de la clandestinidad donde lleva viviendo más de un año y presentarse en Noruega para recibir el premio. Con las primeras luces de este miércoles, el Instituto Nobel confirmaba que, desgraciadamente, María Corina Machado no había podido salir de Venezuela y no recibiría ella en persona el premio.
Horas después, sin embargo, pasado el mediodía, el tablero dio un vuelco cuando la institución noruega publicó una conversación telefónica entre Kristian Berg Harpviken, director del Instituto Nobel, y Corina Machado, donde la venezolana aseguraba que estaba camino de Oslo y que, aunque no llegaría a tiempo para la ceremonia, esperaba estar en la capital noruega «entre esta noche y mañana por la mañana».
Salir de Venezuela, en un contexto como el actual, donde además la gran mayoría de aerolíneas han cancelado los vuelos al país hispanoamericano por el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, es tarea harto complicada. Si además te llamas María Corina Machado, principal figura de la oposición al chavismo que lleva escondida más de un año, el reto se convierte en casi imposible.
Sin embargo, y a falta de la confirmación que será su llegada a Noruega, Corina Machado ha salido huir de Venezuela. ¿Cómo lo ha hecho? De acuerdo a la información de The Wall Street Journal, citando a funcionarios estadounidenses, la líder opositora ha salido en barco y ha viajado hasta la isla caribeña de Curazao, en un viaje altamente secreto para que el chavismo no sospechara nada. El diario estadounidense detalla también que Machado inició su travesía en la tarde del lunes, disfrazada y acompañada por dos personas, y que lograron atravesar una decena de controles hasta un puerto pesquero del norte del país, desde donde embarcaron rumbo a Curazao.
La distancia cruzada–que puede superar los 250 kilómetros– y el mar agitado ralentizaron el viaje, de modo que la opositora y sus acompañantes no llegaron a la isla neerlandesa hasta la tarde del martes. Su equipo incluso avisó a Washington de la navegación para evitar ser confundidos con las embarcaciones que Estados Unidos ataca en el marco de su ofensiva contra el narcotráfico en el Caribe. Machado, en la llamada telefónica con Harpviken que se ha divulgado en redes sociales, afirmó que «muchas personas han arriesgado su vida para permitirme ir a Oslo».
Ana Corina Sosa, hija de María Corina Machado, en la entrega del Nobel de la Paz
«Nos sentimos muy emocionados y agradecidos. Estoy de camino ahora mismo. Sé que hay miles de venezolanos que están ahora mismo en la ciudad, incluida mi familia, y este es un premio para todos ellos. Os veo pronto», aseguró la opositora.
Poco después de que se publicara el contenido de esa llamada, la hija de María, Ana Corina Sosa Machado, recibió el Nobel de la Paz en su nombre y pronunció un discurso donde afirmó que «la democracia es esencial para la paz». «A nuestros presos políticos, a los perseguidos, a sus familias y a todos los que defienden los derechos humanos. A ellos pertenece este honor. A ellos pertenece este día. A ellos pertenece el futuro», comentó la hija de la opositora.
Mientras su hija recogía el galardón, Machado aún se encontraba en el aeropuerto de Curazao, a punto de emprender el tramo final de su viaje. Allí tomó un avión privado procedente de Miami. No pudo llegar a tiempo para la ceremonia, pero finalmente, alrededor de la una de la madrugada de este jueves, aterrizó en Oslo.
Las preguntas que se le abren a María Corina Machado ahora son si podrá regresar a su país y si, en caso de que no, cómo afectará eso al futuro de la región. Muchos analistas creen que su poder de influencia puede disminuir en el exterior, y que su ausencia en una hipotética caída de Nicolás Maduro también abriría un peligroso vacío de poder. Esas preguntas, sin embargo, pertenecen al futuro. Ahora, la realidad palpable es que, en contra de lo que muchos creían, Corina Machado ha vuelto a desafiar al régimen y ha salido del país, marcando otra derrota más del chavismo.