Alberto Priego, ensayista y académico durante la entrevista en la redacción de El Debate
Entrevista
Alberto Priego, ensayista y académico: «Israel es una democracia plena, equiparable a las occidentales»
El profesor en Icade desgrana en El Debate, las claves del Estado hebreo y sus desafíos tras el alto el fuego con Hamás
«Israel es una democracia necesaria en Oriente Próximo porque nace como democracia y vive como democracia». Así de rotundo se muestra el profesor universitario Alberto Priego para justificar el titular del libro que acaba de publicar.
«Y esta es una región», prosigue, «en la que las democracias no abundan precisamente. Entonces, es el único referente que hay en la región, una región en la que incluso se ha catalogado como el excepcionalismo autoritario. Y si Israel dejara de ser una democracia, pues la región sería una isla autoritaria en medio del mundo».
Priego la equipara a una democracia plena como las de Europa Occidental o Estados Unidos: «no lo digo yo, sino los principales think tanks. Lo que pasa es que vive en un ambiente muy hostil y eso le hace muchas veces tomar decisiones o llevar a cabo acciones que hacen daño a la propia calidad de la democracia».
–¿Es democrático que Benjamin Netanyahu pida su propio indulto al presidente de Israel?
–No sé si es democrático, pero no es especialmente moral, por decirlo de alguna forma. Netanyahu es un primer ministro que ha estirado mucho los límites democráticos y probablemente es el que más cerca ha estado de revertir la situación democrática de Israel. De hecho, es muy controvertido. Es verdad que es el que lleva más años en el poder, pero es quizá a quién más está perjudicando y haciendo daño al propio sistema.
–¿Qué cree que responderá el presidente Itzak Herzog a la petición de Netanyahu?
–Pues hace unos años yo hubiera dicho que no y hoy tengo mis dudas porque es verdad que [Herzog] se ha transformado un poco con el 7 de octubre y no responde al parámetro de un líder laborista clásico. Entonces tengo mis dudas de qué va a responder.
–Si responde que sí…
–Va a provocar un cisma aún más grande en la sociedad israelí. Hace dos semanas hubo una super manifestación en la que se pedían responsabilidades por el 7 de octubre al Primer ministro y estuvo hasta Neftalí Bennett, que fue primer ministro y que era amigo personal de Netanyahu y cuyo hijo se llama Yossi en honor al hermano Netanyahu, que murió en Entebbe.
Hay una parte importante de la población que no solamente es de centro izquierda, sino también de centro derecha, que considera que Netanyahu debería ser juzgado por los casos de corrupción que arrastra y por probablemente por las deficiencias que hubo en el 7 de octubre.
Alberto Priego, ensayista y académico durante la entrevista en la redacción de El Debate
–En todo caso, una de las bazas de Israel es una justicia realmente independiente. Y habrá que confiar en ella. En cambio, aunque parezca mentira, en 1967, en vísperas de la Guerra de los Seis Días, Israel estuvo al borde de un golpe militar.
–Sí, y no solamente en el 67, sino también ha habido ahora con motivo del 7 de octubre, algunas noticias que apuntaban en esa línea. Pero es verdad que Israel, lo que probablemente le mantiene como una democracia es ese Poder Judicial tan fuerte, tan importante, porque es un Estado que no tiene Constitución. Entonces el Tribunal Supremo es un regulador, es un garante de los derechos.
–¿Por ejemplo?
–Los árabes pueden hablar árabe y pueden utilizarlo como lengua oficial porque el Tribunal Supremo así lo estableció en los 50. Algún periódico, por ejemplo, en árabe, no se cerró porque el Tribunal Supremo pues así lo sentenció. Es casi el poder más importante para que Israel siga siendo una democracia.
–¿Es un país más democrático después de la guerra con Hamás?
–La guerra con Hamás ha afectado mucho a la calidad de la democracia a Israel, lamentablemente, porque el día 8 de octubre Israel tuvo que tomar unas medidas que eran muy controvertidas y que, evidentemente, dañaron su democracia. Pero los problemas de democracia de Israel vienen de antes. Todos los países occidentales tenemos problemas de erosión de la democracia y en el caso de Israel no es una excepción.
Netanyahu lleva ya muchos años intentando adaptar el sistema a una visión más personalista, con menos división de poderes. Y ahora mismo lo que ya está planteando es que se le conceda más poder a él, porque la situación es excepcional, pero la excepción no se puede prolongar mucho más tiempo.
–Al margen de la guerra con Hamás, ¿Cuál es el secreto de la longevidad de Netanyahu?
–Pues que tiene una capacidad para llevar a cabo acuerdos que está por encima de la de cualquier otro político. Ha pactado prácticamente con todos y probablemente seguirá pactando con todos. Entonces, esa falta de no voy a decir de escrúpulos, pero sí de principios morales le hacen mantenerse en el poder. Para él es lo más importante.
–Uno de los fieles apoyos de Netanyahu son los colonos. ¿Por qué no los menciona en el libro cuando es uno de los asuntos más controvertidos de Israel actual?
–Bueno, uno de sus apoyos, el sionismo religioso tiene su base en los colonos. Son un grupo muy controvertido y poco querido, normalmente entre la población corriente de Israel.
–¿Por qué?
–A los chavales que hacen el servicio militar con poco más de 18 años, tienen que ir a Cisjordania a protegerlos. Y muchos de ellos mueren. Entonces los colonos no son lo más querido en Israel. Cuando uno está en Israel, por ejemplo, está en Jerusalén. Una de las cosas que más llama la atención es que ves a los colonos que van a comprar a Jerusalén con sus armas. Es una imagen que, por lo menos a mí, la primera vez que fui me impactó mucho. Pero es probablemente una debilidad que tiene Israel, porque están fuera de la ley, en muchos de ellos fuera de la ley israelí, pero tienen un peso electoral grande: aunque no son muchos los diputados que tienen, sí que son suficientes para conformar la mayoría.
–Otro problema para Netanyahu y para el Estado de Israel son los servicios de seguridad e inteligencia. El 7 de octubre de 2023 sufrieron su mayor error de apreciación y también se puede decir que su mayor ridículo después de la guerra del Kippur.
–A ver, es verdad que los servicios secretos israelíes han sufrido con el 7 de octubre. Pero, para ser justos, la percepción de seguridad o de falsa seguridad que había inicialmente el 7 de octubre era generalizada. En los aeropuertos bajaron mucho el nivel de seguridad. También en las calles había mucha menos seguridad, incluso en el exterior, cuando había diplomáticos que iban a universidades o que iban a eventos públicos, iban sin seguridad.
–¿Cuál era el motivo?
–Con los acuerdos de Abraham se generó una falsa sensación de seguridad. Se pensó que se iba en el camino de la normalización y que eso iba a obligar a los palestinos a sentarse en la mesa y a ser mucho menos hostiles de lo que lo han sido. Pero ese error no solamente es de los servicios secretos, sino que es generalizado.
Alberto Priego, ensayista y académico durante la entrevista en la redacción de El Debate
–¿Habrá purgas en el Mossad?
–Supongo. El Mossad está menos en entredicho. De hecho, las acciones que han llevado a cabo, fuera en el Líbano, en Irán o en Yemen han permitido recuperar un poco la imagen, pero sí que es verdad que el Shinbet [competente para la seguridad interior] sí que es verdad, que está más bien de capa caída. Un antiguo director del Shinbet Ha publicado hace dos semanas un artículo en Economist muy crítico con la guerra en Gaza y con cómo se ha gestionado la guerra.
–En lo tocante a la relación de Israel con España. ¿Saben tantas cosas en Israel sobre el Gobierno de Pedro Sánchez? ¿O es un bulo?
–España tiene un peso en Israel histórico y España significa determinadas cosas positivas y negativas para Israel. El Gobierno español también ha sabido utilizar la imagen que Israel tiene en España en determinados sectores para tapar determinadas cuestiones que no les son favorables. Por lo que, tanto el Gobierno de Israel como el Gobierno de España se han utilizado mutuamente para intentar tapar errores propios. Yo creo que son dos estados que están condenados a entenderse. Tenían mucha más relación antes del 7 de octubre de la que habían tenido nunca en el plano comercial, académico y político. Creo que esto será un paréntesis que se acabará con los cambios de gobierno y volveremos a una normalización de las relaciones.
–Pero con todo, es difícil que en Israel olviden los agravios y los feos que les ha hecho el actual gobierno de España.
–Bueno, yo soy optimista y creo que en ambos casos la relación volverá a sus cauces y que probablemente tendremos una relación próspera como la que hemos tenido ahora, cuando haya cambios de gobiernos en ambos lados.