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El primer ministro británico, Keir Starmer, en la Cámara de los Comunes, en Londres

El primer ministro británico, Keir Starmer, en la Cámara de los Comunes, en LondresAFP

Los tentáculos del caso Epstein ahogan al Gobierno de Keir Starmer

Los conservadores denuncian negocios turbios y favores de Peter Mendelson, ex secretario de Comercio y actual miembro de la Cámara de los Lores, al pedófilo y traficante de mujeres

El caso Jeffrey Epstein nunca muere. Los tentáculos del pedófilo que apareció muerto en su celda, supuestamente suicidado, alcanzan ahora al Partido Laborista.

El primer ministro, Keir Starmer, atraviesa otra crisis de las variadas que afronta desde que se instaló en el 10 de Downing Street por culpa de los vínculos de Peter Mandelson, un personaje histórico del partido y exembajador en Washington destino al que ya tuvo que renunciar por las mismas razones.

El Partido Conservador acusa a Lord Peter Mendelson de haber realizado negocios turbios y favorecer a Epstein y reclama que se desclasifiquen documentos que podrían probar la veracidad de sus acusaciones. El Gobierno se niega en redondo y responde que esas teorías son un disparate y que los archivos solicitados son muy complejos de identificar. Pero los tories no renuncian y han presentado una cascada de preguntas al primer ministro para que aclare si hubo tráfico de influencias, sobornos o interés ocultos en algunas de las operaciones financieras y ventas de empresas con participación estatal.

Durante el Gobierno de Gordon Brown, como recuerda The Times, Mendelson fue secretario de Estado para Negocios, Empresas y Reformas de Regulación (2008-2009), Comisario Europeo de Comercio (2004-2008) y primer secretario de Estado (2009-2010). Actual miembro de la Cámara de los lores lo que los tories ahora ponen en tela de juicio es la venta de 1.700 millones de dólares de la empresa Sempra (materias primas) a J.P. Morgan en 2010.

Un informe interno de JP Morgan de 2019, describe el diario británico, presentado ante un tribunal de Nueva York, reveló correos electrónicos en los que Epstein escribió que había mediado en reuniones entre Mandelson y Jes Staley, entonces director ejecutivo del banco de inversión de JP Morgan. El informe sugería que Staley estaba interesado en comprar parte de la participación de Royal Bank of Scotland en la empresa conjunta Sempra, que el banco estadounidense adquirió meses después.

Los intercambios relacionados con el banco, que en ese momento era de propiedad estatal, ocurrieron meses después de que Epstein fuera liberado de la cárcel tras cumplir una condena en Florida por solicitar sexo con una menor.

La avalnzha de preguntas de lso onservadores, de momento, encontró esta respuesta: «Dicha información no está fácilmente disponible y solo podría obtenerse a un costo desproporcionado». Las protestas se han desatado y alcanzado un punto de máxima tensión en e Gobierno que, dadas las circunstáncias, parece que tendrá que facilitar la información requerida sino quiere que el escándalo le estallé aún más.

RBS, que fue rescatado por el gobierno durante la crisis financiera de 2008, se vio obligado a vender activos, incluida su participación en la empresa conjunta Sempra, debido a preocupaciones de competencia de la Unión Europea.

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