Luis E. Togores, con su Morris Minor

Luis E. Togores, con su Morris MinorEl Debate

Testimonio

Mi Morris Minor: bueno, antiguo y mejor que nuevo

Desde hace años recorro Madrid con un coche de comienzos de los años 50. Lleva 70 años funcionando con una mecánica básica y muy bajo consumo

En muchos ayuntamientos se ha puesto de moda reducir la circulación de automóviles, según su etiqueta ecológica, para así proteger las Zonas de Bajas Emisiones, como si los gases al ver una placa de prohibición del ayuntamiento de turno dejasen de ir impulsados por el viento. Estas medidas, que no tienen en cuenta la cilindrada del vehículo, su kilometraje y tantas y tantas variables convierten la norma en algo que tiene más de aleatorio que de justo o necesaria. Solo se tiene en cuenta el año de matriculación. Lo que se argumenta es que estas medidas son para salvar el planeta, terminar con la contaminación de los mares, mejorar la calidad del aire de las ciudades y una larga lista de verdades a medias.
Mi Morris Minor: bueno, antiguo y mejor que nuevo - Luis Togores

Mi Morris Minor: bueno, antiguo y mejor que nuevo - Luis Togores

La nueva panacea para luchar con la contaminación, y supuestamente para ayudar al bolsillo, son los carísimos coches eléctricos. Es cierto que los coches eléctricos no echan humo a la atmósfera, pero las centrales de carbón (por citar un ejemplo) sí contaminan, y a lo bestia, para fabricar electricidad con que se cargan estos coches. Sin hablar del problema de las pilas que llevan. Nadie dice qué va a pasar con ellas cuando dejen de estar útiles.
Frente a esta moda de los coches eléctricos (mi hijo ya ha picado) los dinosaurios amantes de los automóviles, de los clásicos, de los vehículos a motor con personalidad tipo Citröen 11, Dos Caballos o Tiburón, los Morris Minor, Fiat Topolino o los incombustibles Seat 600... defendemos su derecho a sobrevivir y circular. Para amar disfrutar con él y hacerle trabajar no es necesario poseer uno de los grandes monstruos de la historia del automóvil, como un Mercedes 300 Adenauer, un Jaguar MK 8 o XK 120, o cualquier modelo de Rolls Royce o Bentley.
Es cierto que para viajes a más de cien kilómetros de distancia estas tartanas no pueden competir en velocidad y consumo con los automóviles modernos. Pero para andar por dentro de las ciudades, a velocidades en torno a los 50 km/h, los viejos utilitarios son, al menos a mi criterio, la mejor y más ecológica opción.
Desde hace años recorro Madrid con un Morris Minor de comienzos de los años 50. Lleva 70 años funcionando con su pequeño motor de cuatro cilindros, con una mecánica básica, que traquetea literalmente por las calles, con muy bajo consumo y sin problema de piezas, tanto por cantidad como por precio. Sus 80 km/h de velocidad punta de son más que suficientes para andar por la ciudad. Pero, además, es seguramente el coche más ecológico que anda por nuestra ciudad. Su larga vida me ha permitido seguir conduciéndolo, a mí y a mi padre, a lo largo de tres cuartos de siglo. Si hubiese tenido que sustituirlo, ir cambiando de coche como hace mucha gente, a una media de 10 años, habría tenido ya 7 vehículos diferentes. Al margen de la fortuna que habría desembolsado, estos vehículos habrían sido una enorme fuente de contaminación durante su fabricación y posterior destrucción, al ser vehículos muchos de ellos cargados plásticos, gomas, microchips...
Mi Morris me lleva todos los días a trabajar. Gasta 40 € al mes y, al ser histórico desde hace ya algún tiempo, no paga impuesto de circulación. Entra en el Madrid Central sin la dichosa etiqueta, paga el parking de la hora sin ningún tipo de recargas y además me hace muy feliz cuando circulo a 60 por hora adelantando en el denso tráfico madrileño a vehículos con precios veinte veces superior a mi Morris. Además, como es pequeño, algo más grandes que un Smart, pero con 4/5 plazas, es fácil encontrar sitio para aparcar.
Solo tiene un defecto, es un coche inglés (aunque con una solidad mecánica) y siempre que me monto en él no me queda más remedio que pensar en Gibraltar. En cualquier caso, uno de estos veteranos en una opción buena más ecológica, antisistema y barata para andar por la ciudad.
  • Luis E. Togores es catedrático de Historia Contemporánea aunque, en realidad, su verdadera vocación es ser mecánico
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