En zonas donde nieva con frecuencia es muy habitual encontrarse con que los automovilistas han dejado levantados los limpiaparabrisas de la luna delantera. La razón es bastante sencilla, pero puedes encontrar tantas opiniones a favor de hacerlo como de no hacerlo, conviene explicar por qué.
A favor y en contra
Levantando los limpiaparabrisas y llevándolos a su posición vertical evitamos que la goma de la escobilla toque el cristal. De esta forma la goma no se queda pegada al cristal a causa del frío, que es precisamente lo que buscamos. De esta manera no se arrancará la escobilla cuando tratemos de levantar los limpiaparabrisas para limpiar la nieve acumulada.
Es importante no activar jamás el mecanismo de los limpiaparabrisas con nieve o hielo sobre el cristal, pues podemos dañar las propias escobillas, los brazos o el mismo motor que lo acciona.
Un hombre utiliza una rasqueta de plástico para retirar el hielo del limpiaparabrisas
Existe también la versión de que los limpiaparabrisas no están pensados para permanecer mucho tiempo en esta posición vertical. Se trata de unos brazos largos que pueden estar fabricados de chapa, en el mejor de los casos, o en material plástico tipo fibra.
Cuentan con un mecanismo potente con un muelle que se encarga de 'apretarlos' contra el cristal, por lo cual al mantenerlos mucho tiempo levantados podemos forzarlos y que el muelle pierda fuerza o incluso que el brazo se rompa.
Usos y costumbres
En este caso es complicado emitir una respuesta única, ambos razonamientos están perfectamente justificados, pero si hacemos caso de los que realmente saben de nieve, probablemente lo mejor sea dejarlos levantados mientras nieva para retirar la nieve con más facilidad y devolverlos a su posición natural lo antes posible.
Una fila de coches cubiertos de nieve
En cualquier caso, cuando se produce una nevada fuerte la recomendación es retirarla de la superficie del coche lo antes posible. De esta forma evitaremos problemas más serios como que la nieve y el frío pueda afectar al combustible, a la pintura o a la goma de los propios neumáticos.