En ocasiones es complicado demostrar la hora de consumo de alcohol de un conductor
Seguridad vial
La nueva excusa para evitar los positivos por alcoholemia que persigue la DGT
Hecha la ley, hecha la trampa. Estamos ante una excusa muy habitual en los casos de alcoholemia que preocupa y mucho a la Dirección General de Tráfico
El reciente accidente de un helicóptero Pegasus de la DGT levantó la liebre: el piloto del aparato abandonó el lugar de los hechos supuestamente y se fue andando a su domicilio. ¿Por qué?
Según contaron algunos medios en aquel momento, el piloto dijo que había consumido sustancias prohibidas (alcohol o drogas) con posterioridad al accidente y como consecuencia de los nervios.
Una treta habitual
Se trata de una estrategia cada vez más habitual entre los conductores que conducen bajo los efectos del alcohol y las drogas y sufren un siniestro, que puede ser leve, con meros daños materiales, o grave, con posibilidad de fallecidos.
En caso de las drogas es más difícil aún demostrar la culpabilidad
Lógicamente el operativo que tiene que desplegar en estas situaciones la policía para localizar al culpable tarda horas en localizarlo. Inicialmente hay que identificar el vehículo culpable caso de que hay huido en él. Y en caso de quedar allí, tal y como ocurrió con el helicóptero, hay que llamar al propietario, que identifique al conductor e ir a su domicilio a buscarlo.
Un tiempo precioso
Se trata de un proceso largo que por un lado permite que el grado de alcoholemia en sangre baje y que por otro invita a dar la coartada de que el consumo ha sido posterior al accidente.
En estos casos se abra un panorama muy complejo legalmente, pues no hay pruebas de que el conductor estuviera bebido en el momento del accidente.
La única posibilidad es llevarle a un centro médico donde tras los análisis pertinentes un forense pueda establecer la hora del consumo de alcohol por la curva de asimilación del mismo. Algo que se complica aún más en el caso de las drogas.
En estos casos el delito de omisión de socorro es muy grave
En estas situaciones comienza un proceso judicial complicado, en el que el conductor puede ser acusado de omisión del deber de socorro, lo cual es un delito tipificado con entre tres meses y cuatro años de prisión.
Omisión de socorro
En caso de haberse probado la alcoholemia y la hora del consumo, el conductor puede ser acusado además por ello, un delito tipificado con entre uno y cuatro años de retirada de carnet y penas de prisión entre uno y seis años.
Fuentes de la abogacía consultadas confirman que en este tipo de casos la situación se complica tanto que no es extraño que el fiscal ofrezca un acuerdo beneficioso para ambas partes al no poderse probar la alcoholemia de manera fehaciente.
Comentarios
