Los mareos son conocidos técnicamente como cinetosis
Electrificación
El inesperado malestar que los coches eléctricos provocan en sus ocupantes
Conforme aumenta el parque móvil de coches eléctricos se incrementan también algunos 'efectos secundarios' derivados de su uso
No existe la menor evidencia científica de que los coches eléctricos mareen más que los de combustible, pero es cierto que se trata de un comentario habitual entre los usuarios de este tipo de vehículos. Algo de lo que se hacen eco incluso otorrinos, hasta los que han llegado ya preguntas de pacientes afectados.
Genéticamente, el ser humano no ha sido programado para viajar a bordo de vehículo a motor. De ahí que un coche sea, hasta cierto punto, un ambiente hostil que puede provocarle problemas leves como el mareo.
Peor para los niños
Por ello es habitual que el mareo dentro de los automóviles afecte con mayor facilidad a los niños, que lo sufren con mucha frecuencia, especialmente en viajes largos o en carreteras con curvas.
Si el mareo no remite conviene parar el coche y bajarse
El paso de los años ha conseguido que nuestros sentidos se acostumbren a viajar en el interior de coche sin problemas, algo en lo que interviene tanto el equilibrio como el oído y la vista. Todos ellos trabajan de manera coordinada para evitar que llegue el mareo, una sensación extremadamente incómoda que puede acabar en malestar e incluso en vómitos.
La clave, el empuje
El problema de los coches eléctricos es el superior empuje de su motor. Técnicamente, tienen más par motor, lo que se traduce en un empuje instantáneo más potente y poderoso. De hecho, es relativamente frecuente encontrarse con coches eléctricos que tiene una aceleración propia de un deportivo de altas prestaciones. Incluso los más potentes aceleran de 0 a 100 kilómetros/hora por debajo de los tres segundos, cifra hasta el momento reservada a supercar como los Ferrari.
El Kia EV6 GT acelera de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos
Hay que tener en cuenta también que los coches eléctricos tiene una frenada mucho más brusca, pues a los frenos tradicionales por pastilla y disco suman el sistema de regeneración de energía, lo que provoca que sean tan rápidos y bruscos al acelerar como al frenar.
Precisamente detrás de su mayor tendencia al mareo está su desproporcionada capacidad para acelerar y frenar en muy corto espacio de tiempo, lo que genera que el coche sea extremadamente brusco si el conductor no es muy cuidadoso con el pedal del acelerador y del freno.
Pie de bailarina
Hay que recordar que el silencio es una de las principales virtudes de los coches eléctricos. Esta falta de ruido provoca que los ocupantes del coche tengan menos referencias para saber lo que viene, pues en un coche de combustión las aceleraciones están precedidas de un incremento del ruido del motor.
La ventanilla bajada es una buena solución contra el mareo
Todos estos elementos crean un clima en el que resulta mucho más fácil que los ocupantes se mareen.
Una vez que esto se produce hay algunas soluciones que pueden ayudar a atenuarlo, como suavidad en la conducción, abrir un poco las ventanillas para que corra el aire e incluso parar y echar pie a tierra durante unos minutos. Todo ello sin olvidar recomendaciones previas como evitar las comidas copiosas.
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