Arrancar el coche una maniobra que hacemos varias veces al día
Práctico
El sencillo gesto que tienes que hacer antes de arrancar el coche para alargar su vida
Pocos movimientos tan sencillos como este ayudan a cuidar tanto la mecánica de un automóvil a la larga
Hay lecciones y enseñanzas de conducción que no deberíamos olvidar nunca, especialmente las que tienen que ver con la seguridad y con el mantenimiento de nuestro automóvil, en este caso conviene recordar una que es extremadamente sencilla y que puede clasificarse como rutinaria.
Se trata de un gesto extremadamente rápido que puede ayudar a conservar la mecánica de partes tan sensibles de un automóvil como son el motor, la caja de cambios o la batería.
Automatizado
Una vez sentados en el coche, y hablando siempre de vehículos manuales, existe un gesto casi tan importante al que supone meter la llave en el bombín para arrancar el coche, en este caso nos referimos a pisar a fondo, muy importante el detalle de a fondo, el pedal del embrague.
Con el embrague a fondo la mecánica sufre mucho menos
Si empezamos por la seguridad, este simple gesto va a evitar que al accionar el motor de arranque el coche se desplace unos metros hacia delante o hacia atrás en función del a marcha que tengamos puesta.
Es algo muy habitual de ver y además del susto que se lleva el propio conductor puede provocar que choquemos contra otro vehículo o demos un golpe a algún transeúnte.
Seguridad y mecánica
En el apartado mecánico este gesto hace que el motor se desconecte de la transmisión, la caja de cambios. De esta forma el esfuerzo que debe realizar la batería es mucho menor, pues el motor gira ‘libre’, explicado de un modo sencillo y sin complicaciones.
Motor, batería y cambio lo agradecen
De cara al inminente invierno, la batería es una de las partes de un automóvil que más sufre, por lo que merece la pena estos pequeños detalles para evitar tener que sustituirla de forma prematura.
Además de evitar sobreesfuerzos a la batería del coche, evitamos que el motor tenga que mover el cambio en frío y sin estar en condiciones óptimas de lubricación, al igual que ocurre con el cambio. Pasados unos segundos y con el motor ya arrancado podemos volver a soltar el embrague con tranquilidad hasta que nos pongamos en movimiento.
