Hace décadas que se experimenta con la tecnología solar
Práctico
La función menos conocida del techo solar de algunos coches
Más allá de lo estético y agradable que resulta llevar el techo del coche abierto, hace ya años que se experimenta sobre una tecnología que permite reducir el consumo
Hace ya décadas que se experimenta con prototipos de coches solares que se mueven movidos por la energía del astro. Se trata de una solución cara y que además tiene un rendimiento extraordinariamente bajo, pues son necesarias varias horas de sol para mover un coche un solo kilómetro.
Sí es cierto que se trata de una solución que parcialmente puede ayudar a reducir el consumo de combustible de forma significativa, pero no tiene mucho sentido más allá.
Ayuda parcial
Aunque no sea una tecnología muy conocida, ya hay coches a la venta que se aprovechan de la energía solar mediante un sistema de paneles solares en el techo. Los paneles de última generación no son más gruesos que una lámina de metacrilato y son moldeables, por lo que pueden adaptarse perfectamente a la forma del techo.
Algunos coches ya se aprovechan de la energía solar
De hecho, Toyota comercializa el Prius Solar, una variante en la que el techo está completamente forrado de paneles solares, en este caso la marca explica que el Prius puede recorrer hasta un kilómetro por cara hora que permanece al sol.
Carga eléctrica extra
En este tipo de coches lo habitual es que la energía solar no se destina a mover el coche, sino que se utiliza para alimentar determinados elementos del sistema eléctrico con un elevado consumo.
Por ejemplo pueden alimentar la climatización del coche en determinadas circunstancias. Este es el caso precisamente de un innovador Audi A8 de principio de este siglo que tenía unas células solares sobre el techo solar (valga la redundancia), de esta forma la energía capturada se utilizaba simultáneamente para bajar la temperatura del habitáculo mientras el coche permanecía aparcado al sol.
Imagen del Audi A8 con techo solar
En paralelo, algunos modelos eléctricos de Mercedes en fase embrionaria, como el EQXX, logra alcanzar los 1.000 kilómetros de autonomía con una sola carga de la batería, ayudado eso sí por paneles solares que recorren la parte superior de la carrocería.
En cifras, la tecnología solar permitiría reducir el consumo entre un 5 % y un 10 % siempre que hablemos de lugares con muchas horas de sol como España, mientras que en los países nórdicos tendría muy poco sentido.