La pegatina es habitual en determinados coches deportivos

Esta pegatina es habitual en determinados coches deportivos

Personalización

El significado de esta misteriosa pegatina que llevan algunos coches en la parte trasera

El coche es una prolongación de la personalidad de muchos conductores, que lo usan como lienzo para dejar ver algunas de sus aficiones cotidianas

Hace ya tiempo que se ha hecho bastante popular entre los coches, fundamentalmente de tipo deportivo, una pegatina un tanto especial que representa un trazado casi circular.
Este diseño suele ir acompañado de la palabra Nurburg o Nürburgring, un circuito de velocidad ubicado en el estado Renania-Palatinado de Alemania. La pegatina es un símbolo que identifica a verdaderos amantes de la velocidad que conocen la importancia y la trascendencia del que está considerado como uno de los circuitos más largos, técnicos y difíciles del mundo.

Un circuito complejo

En concreto la silueta hace referencia al trazado antiguo de Nordschleife, que tiene algo más de 26 kilómetros de longitud por vuelta en los cuales puedes encontrarte con todo tipo de curvas, pendientes, descensos y en general cualquier dificultad imaginable en carretera, lo que lo convierte en una pista de pruebas perfecta para los automóviles en desarrollo.
Marcas y particulares ruedan a diario en este trazado

Marcas y particulares ruedan a diario en este trazado

Su longitud provoca que para los pilotos sea casi imposible aprenderse el trazado, lo que lo hace muy peligroso. Por ello se ha convertido en una verdadera vara de medir que dirime la eficacia de los coches en función del tiempo que logran marcar en manos de un piloto experto.

10 minutos, la referencia

De hecho, lograr el récord de velocidad en este circuito es una proeza para un modelo, y existen récords de casi todas las categorías de coches que hay en el mercado.
El trazado antiguo completo, que aún se usa en carreras, fue diseñado por Otto Creutz en 1925 y se inauguró en competición en 1927 con el Gran Premio de Alemania. Inicialmente, era un circuito de pruebas para las marcas de coches de la época, pero su dificultad le hizo ganarse el apelativo del Infierno Verde por lo frondoso de la zona.
Se trata de un distintivo muy habitual

Se trata de un distintivo muy habitual

La longitud del circuito provoca que en una zona puede estar diluviando mientras en otra está seco, un verdadero desafío para un piloto y sus neumáticos.
Actualmente, no acoge a la Fórmula 1, pero sí otro tipo de campeonatos de resistencia y sigue siendo una extraordinaria pista de prueba para algunas marcas en la que ruedan con sus coches a diario. La diferencia entre que un coche sea rápido o no está en que sea capaz de dar una vuelta al circuito en menos de 10 minutos.
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