Seguridad
Este año el invierno ha llegado tardío pero no ha faltado a su cita. Cuando todo el mundo esperaba la primavera, una sucesión de temporales ha provocado ya incontables problemas en la red viaria española, que un año más se ha visto inutilizada en determinados tramos tan pronto como caen cuatro copos de nieve mal contados.
El problema es que ni España ni sus infraestructuras están preparados para la nieve, a lo que hay que sumar que la cultura automovilística de los españoles es la que es, lo que provoca constantes situaciones de imprevisión de conductores que se ponen en carretera en pleno temporal de agua y nieve, un problema para el tráfico en general y para la seguridad vial.
De esta forma tan pronto como nieva la DGT opta por obligar a los Guardias Civiles a cortar el tráfico, desviándolo por rutas alternativas donde el tiempo mejora o directamente obligándoles a aparcar en áreas preparadas hasta que deje de nevar.
Es muy habitual que la Guardia Civil deje circular solo a los coches que demuestren llevar cadenas de nieve en el maletero, independientemente de que sepan o no ponerlas.
Hace algo más de una década la situación cambió y la DGT dio orden a los agentes para que dejaran también circular a aquellos coches con neumáticos que llevaran la inscripción M+S en el flanco.
No se trata de una marca ni de una denominación comercial, sino de unas especificaciones que derivan de las palabras Mud and Snow (barro y nieve en español), las superficies en las que es posible circular en caso de llevarlos montados en el coche.
Unos años después esta denominación evolucionó y se sustituyó por un pictograma de una montaña con un copo de nieve dentro, tan pronto como los agentes lo vean dejarán circular sin el menor problema.
Estos neumáticos combinan un dibujo específico con un compuesto especial de goma que incluye sílice en su fabricación, lo que permite disponer de un extra de adherencia para circular sin problemas sobre nieve.
Las pruebas demuestran una capacidad de adherencia excepcional, todo ello con un precio similar a unos convencionales y sin que sufran un desgaste superior al normal en verano, tal y como ocurría hace unos años.
Nunca deben usarse sobre hielo, una superficie en la que tan solo valen neumáticos con clavos o similares, de uso exclusivo en algunos países en los que las carreteras permaneces heladas durante meses.
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