Un vehículo circula sobre un charco

Un vehículo circula sobre un charco

Truco

¿Por qué es mejor pasar los charcos marcha atrás?

Cuando atravesamos un charco de cierta profundidad conviene no dejar de pisar el pedal del acelerador para evitar estropear el motor

Sin entrar en la polémica de si vivimos un cambio climático o una primavera especialmente húmeda, la realidad es que el tiempo parece haber entrado en una fase algo alocada. A un invierno seco y no muy frío ha seguido una primavera con nevadas y lluvias torrenciales que nos conduce hacia el inexorable verano.
También es cierto que tal y como dice el viejo refrán castellano: cuando marzo mayea, mayo marcea. En cualquier caso esta climatología afecta directamente a los conductores, que tiene que hacer frente a granizadas, nevadas fuera de fecha e incluso a inundaciones que a veces nos pillan en plena carretera.

Sin escapatoria

En este caso las redes sociales nos muestran un consejo muy racional en el que muy pocos conductores habríamos caído.
Lo mejor es cruzar marcha atrás siempre que se pueda

Lo mejor es cruzar marcha atrás siempre que se pueda

Lógicamente la teoría dice que cuando vamos a cruzar un charco o una balsa de agua con un coche debemos hacerlo siempre a velocidad constante, sin soltar el acelerador. Esta es la única forma de que no entre agua al motor por el tubo de escape, lo que provocaría que nos quedáramos atrapados al instante.

Depende del charco

En paralelo también hay que comprobar la profundidad del charco, pues si el agua llega a la admisión de aire entrará al motor, con lo cual la avería también es segura.
En la medida que podamos, debemos cruzar los charcos grandes marcha atrás por un sencillo motivo: el motor queda más protegido.
Antes de entrar conviene saber la profundidad del charco

Antes de entrar conviene saber la profundidad del charco

Al avanzar en este sentido generamos una ola en la parte trasera del vehículo mientras que el frontal, que es donde están las partes más delicadas del vehículo, queda más protegido del agua.
Una idea brillante siempre que tengamos la precaución de no dejar de acelerar en ningún momento para evitar de nuevo que entre agua por el tubo de escape del vehículo. Al acelerar, la salida de gases por el tubo de escape evita este problema.
Sin dejar de lado la pericia necesaria para circular marcha atrás en estas condiciones, que tampoco es fácil.
También conviene que crucemos cuando no haya ningún coche delante, pues si el coche de delante se atasca o se para, automáticamente nos veremos obligados a pararnos.
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