Esta maniobra es muy habitual en las estaciones de servicio

Esta maniobra es muy habitual en las estaciones de servicio

Carburante

El truco para que quepan más litros de combustible en el depósito de tu coche

Esta maniobra nos permite aumentar la autonomía de un coche con motor de gasolina o diésel de manera muy sencilla

La llegada de los coches eléctricos ha puesto de actualidad la autonomía de los vehículos, un valor que expresa el número de kilómetros que podemos recorrer sin necesidad de pasar por una gasolinera o cargador de coches eléctricos.
Pese a tratarse de un valor que los fabricantes deben homologar de acuerdo con unas estrictas normas, la realidad es que la autonomía de cualquier vehículo puede variar más de un 50 % en función de determinadas variables como el tipo de conducción que realizamos, la climatología, el tipo de neumáticos que llevamos, la temperatura del coche y, en general, múltiples valores que afectan directamente al consumo, indistintamente de que el coche sea eléctrico o tenga motor de combustión.

La autonomía, clave

Es cierto que en los coches eléctricos la autonomía se ve muy comprometida por el tipo de conducción que realizamos, pues en función de la misma un coche que homologue 400 kilómetros puede agotarla en menos de la mitad de kilómetros si realizamos conducción deportiva. Incluso la climatización puede desplomarla un 20 %.
La autonomía de un eléctrico es poco real en muchos casos

La autonomía de un eléctrico es el gran caballo de batalla

Como es lógico, en los coches de combustible la clave de la autonomía está en la capacidad del depósito de combustión, que suele ir de los 40 a los 60 litros en función del vehículo.

Tamaño del depósito

El fabricante suele decidir la capacidad del depósito de un coche en función de variables como el peso del coche, el reparto de masas e incluso la orientación del vehículo, pues no tiene sentido que un coche urbano tenga 60 litros de depósito, una cantidad de combustible más adecuada para vehículos destinados a viajar.
Conviene saber que cuando un depósito anuncia 50 litros de combustible de capacidad dispone siempre de una zona destinada a los gases que produce el combustible, que puede ser de unos 10 o 12 litros. La clave está en que muchos vehículos disponen de una válvula en la propia boca de repostaje que permite llenar de combustible esta zona.
Todo suma a la hora de repostar combustible

Con el propio boquerel accionamos el pulsador que expulsa los gases

De hecho es habitual que los gasolineros nos pregunten si queremos que le saque los gases al depósito. Técnicamente no es malo hacerlo, aunque puede tener algún pequeño inconveniente.
Por un lado, si llenamos tanto el depósito es probable que durante unos cuantos kilómetros el aliviadero del depósito tire restos de combustible, especialmente en las curvas.
Por otro, el depósito está diseñado para contar con esta zona de expansión de gases, algo que no presenta mayores problemas, pues también dispone de un sistema para deshacerse de ellos.
Aquí entra en juego el cánister. Se trata de un pequeño depósito que almacena los gases emitidos por los combustibles –incluso en parado– y que los reenvía al motor para que se quemen y no contaminen cuando está en movimiento.
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