
Imagen del mecánico que recomienda no ponerlo con frío
Práctico
Por qué no hay que poner el freno de mano cuando hace mucho frío según este mecánico
Hace semanas que España vive episodios de intenso frío por a sucesión de borrascas que han desplomado las temperaturas
Estamos atravesando la que probablemente sea la época más fría del año. La sucesión de borrascas y temporales está provocando que las temperaturas caigan bajo cero cada noche, lo que en ocasiones puede convertirse en un verdadero problema para la mecánica de los coches.
En esta época conviene dejar por la mañana un minuto el coche al ralentí para que el motor coja algo de temperatura y el aceite recupere su viscosidad y el coche esté bien lubricado, una precaución muy sencilla y que ayuda mucho a la mecánica.
Helados de frío
Junto a esta recomendación, este mecánico hace otra adicional que hace referencia al freno de mano, aclarando siempre que se trata exclusivamente de los frenos de mano que no son eléctricos, es decir los de palanca de toda la vida.

Esto afecta a los frenos de mano tradicionales
En este caso tal y como explica el mecánico el frío puede provocar que el ferodo del freno (la pastilla) se quede pegado al disco o al tambor en caso de ser de este tipo.
Las ruedas no giran
Esto puede provocar que las ruedas traseras se queden bloqueadas y no giren, con lo que si circulamos podemos destrozar el neumático trasero y hacerle un plano en unos centenares de metros.

Un consejo sencillo pero poco recomendable
En este caso su consejo es que no pongamos el freno de mano, algo bastante peligroso porque el coche podría desplazarse solo.
Conviene matizar que esta solución sólo se debe aplicar con frío muy intenso, con temperaturas bajo cero continuadas, y en cuyo caso debemos tomar la precaución de dejar siempre una marcha metida o incluso la rueda calzada con un taco.
Recordemos que dejar el coche aparcado sin freno de mano puesto podría llegarte a suponer incluso una multa de la DGT. De hecho podría costarnos un problema con el seguro del coche en el hipotético caso de que el vehículo sufriera un accidente.