El miedo de los conductores es que el incendio de un coche eléctrico afecte al suyo
Práctico
¿Quién te paga tu coche si se quema en el garaje como consecuencia del incendio de un coche eléctrico?
Entre los conductores ya es habitual escuchar que conviene evitar aparcar junto a un coche eléctrico por si saliera ardiendo
Los dos recientes incendios de coches eléctricos ocurridos en aparcamientos subterráneos de la capital en menos de un mes han abierto la discusión sobre este tipo de vehículos.
La frase de que es realmente difícil que se incendie un coche eléctrico pero cuando lo hace la situación se complica mucho se ha convertido en un mantra que se escucha ya a diario entre los conductores.
Si arden, arden bien
De hecho el problema es que cuando este tipo de coches se incendia suelen hacerlo cuando están aparcados y provocando un tipo de incendio realmente complicado de apagar por la cantidad de energía que contiene la batería.
Este coche eléctrico ardía en diciembre en la plaza de Colón de Madrid
Además las baterías están fabricadas con numerosos productos químicos que generan una nube muy tóxica que obliga a los bomberos a usar trajes de respiración autónoma.
En todos los garajes
En mayor o menor medida, la realidad es que a día de hoy en casi todos los garajes de España aparcan ya coches eléctricos, lo que provoca miedo ya a muchos vecinos que temen que su coche pueda quemarse en uno de estos incendios.
Pues bien, conviene saber que la respuesta a quién paga la avería si ocurre no es sencilla. Hay que viajar hasta 2013 para encontrar en único precedente legal, entonces un coche de gasolina ardía en un parking de Vitoria y provocaba el incendio de otro coche cercano.
El incendio del sábado se llevó por delante dos coches
En principio la propia compañía de seguros del coche afectado asumía el coste del incendio propio, aunque reclamó la cobertura al seguro del coche que originó el incendio.
Casi una década después el Tribunal Supremo daba la sentencia definitiva tras pasar por todos los tribunales pertinentes, en este caso el seguro del coche que originó el fuego fue obligado a pagar tanto los daños de otros coches como los del garaje, una sentencia modélica que sería perfectamente válida hoy en día en cualquiera de estos incendios que han saltado a la actualidad.
