Firma del acuerdo entre Stellantis y CATL en diciembre del año pasado

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Industria

La llegada de 20 trabajadores chinos a la fábrica de baterías de Stellantis en Zaragoza enciende las alarmas en Europa

Europa no quiere repetir los errores de la gran fábrica de baterías europea de Northvolt, que fue saboteada desde dentro por los operarios chinos llegados para ponerla en funcionamiento

China y Europa están separadas en la actualidad por un océano tecnológico en materia de coches eléctricos. El país asiático domina a la perfección la técnica para la fabricación de baterías para coches eléctricos sin olvidar que se ha hecho con los derechos de explotación en el mundo de hasta un 80 % de los minerales necesarios para su producción.

Esto supone que a día de hoy hasta el 90 % de las baterías que se producen en el mundo son chinas, lo que ha echado literalmente a la industria del automóvil europeo en sus brazos en lo referente a la fabricación de coches eléctricos.

En los brazos de china

A día de hoy es impensable que los coches eléctricos europeos sean competitivos y rentables mientras dependan de comprarles baterías a los chinos.

Northvolt debería haber sido la primera gran fábrica de baterías europea

Northvolt debería haber sido la primera gran fábrica de baterías europea

Northvolt supuso el primer intento de Europa de romper esta dependencia, una gran planta de baterías levantada en Suecia con una importante aportación de dinero público sueco y europeo, que entró en bancarrota hace unos meses y ha sido comprada por un fondo tecnológico norteamericano.

Saboteadores profesionales

Los operarios de Northvolt denunciaron desde el primer día que su socio tecnológico chino estaba saboteando el proyecto, enviando maquinaria obsoleta y que funcionaba solo en chino, mientras que la mayor parte de los operarios asiáticos decían no hablar inglés, lo que provocó que la planta no llegara ni al 20 % de su capacidad de producción prevista antes de cerrar.

Con este precedente Europa mira con recelo lo que está pasando en Figueruelas, Zaragoza, hasta donde han llegado ya hace unos días una avanzadilla de 20 operarios chinos de un total de 200 que llegarán en próximas fechas, el despliegue irá creciendo hasta llegar a los 2.000 trabajadores asiáticos previstos en la planta.

Hace ya meses que Xi Jinping declaró el coche eléctrico materia reservada

Hace ya meses que Xi Jinping declaró el coche eléctrico materia reservada

Se trata de una imposición del socio tecnológico asiático en la joint venture firmada entre la multinacional china de baterías CATL y Stellantis, hay que tener en cuenta que sin su colaboración es materialmente imposible que la fábrica se ponga en funcionamiento.

Nos toman por primos

La clave del problema está en el oscurantismo tecnológico en torno a las baterías para los coches eléctricos que decretó el presidente de China, Xi Jinping, hace ya más de un año, cuando alertó a las empresas automovilísticas chinas sobre el riesgo de compartir tecnología con Europa.

Justo al contrario de lo que hizo Europa hace años con el país asiático cuando el despliegue de fábricas de coches de marcas como Volkswagen, Mercedes o BMW mostró a los chinos los secretos de la fabricación de coches de calidad.

A punto de iniciar ya la cimentación de la planta de baterías en Figueruelas, pues ya han concluido los trabajos para el replanteamiento de los terrenos, los ayuntamientos de la zona buscan ya alojamientos para los 2.000 operarios en las localidades cercanas, de hecho habrían contactado ya con varias empresas de viviendas temporales tipo modular y barajarían ya varios proyectos.

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