En invierno es habitual encontrar el cristal así cuando el coche duerme en la calle
Práctico
El truco para quitar el hielo del parabrisas por la mañana en cuestión de segundos
Aunque muchos conductores no lo saben, circular con los cristales del coche empañados o con hielo está considerado como una infracción por la DGT
La llegada de las primeras heladas y temporales invernales vuelven a dejar por las mañanas una estampa muy peculiar con el parabrisas de los coches lleno de hielo. Más allá de lo estético, conviene saber que circular sin retirar correctamente el hielo y el vaho de los cristales no solo es peligroso, sino que de acuerdo con el Reglamento General de Conductores es una infracción que puede sancionarse con hasta 200 euros.
Los más previsores adelantan faena y dejan por la noche algún tipo de cartón o lona sobre el cristal, lo que evita la formación de hielo, pero los que no lo son luego lo pagan. Por cierto ni hablar de usar los limpiaparabrisas o echar agua según nos subimos al coche, pues lo único que conseguiremos es empeorar la situación e incluso romper alguno de estos elementos.
Lo que no hay que hacer
Si optamos por usar los limpiaparabrisas es muy posible que la goma de los mismos se quede pegada al cristal y se arranque o que quememos el motor del agua en el caso de que esté helada.
Con una bolsa de agua templada es coser y cantar
En este caso el truco más sencillo que conocemos es el de la bolsa de agua templada. La solución es tan sencilla como llenar con agua templada una bolsa y pasarla por el parabrisas sobre el hielo.
Se quita en segundos
De esta manera descubriremos cómo se quita el hielo por arte de magia, atención eso sí a que el agua no esté muy caliente, pues el contraste térmico puede romper el cristal del coche.
De la misma forma jamás debemos echar agua caliente directamente ni rascar el parabrisas con objetos contundentes, pues en ambos casos corremos el riesgo de romper o de rayar el parabrisas delantero.
Parabrisas helado, un problema habitual en invierno
Aunque no lo parezca es sin duda el método más rápido, sencillo y económico para quitar el hielo de los cristales en las gélidas mañanas de invierno que todavía tenemos por delante en España.
