Pedro Ferrándiz, en 2017
Pedro Ferrándiz (1929-2022)
El hombre que sorprendió al mundo con el arte de la autocanasta
Es el pionero de la grandeza del baloncesto español, ganador de cuatro Copas de Europa, el mito que hizo del Real Madrid de baloncesto una leyenda
Nació en 1929 en Alicante y falleció en Madrid el 7 de julio de 2022
Dirigió el Real Madrid en tres etapas entre 1959 y 1975, en las que se adjudicó cuatro Copas de Europa once Ligas españolas y doce Copas de Europa. Luego fue responsable de la selección nacional durante un año.
Es el culpable de la grandeza del baloncesto en España. Un inventor, un pionero, un hombre que cambiaba tácticas con una inteligencia sobrenatural. Un tipo muy listo que decidía en segundos cosas insospechadas y que siempre tenía la agudeza de sorprender con sus decisiones y sus análisis de las situaciones críticas. Esa inteligencia la demostraba cada vez que hablabas con él.
En los últimos años la salud le impedía moverse con facilidad, pero era un deleite hablar con él y verle invariablemente con ese punto de vista muy pensado y diferente. Tuvo siempre la cabeza muy bien puesta hasta el último día y lo demostraba cuando le consultabas cosas que habían pasado en el baloncesto.
Pedro Ferrándiz, Lolo Sainz y Pablo Laso han sido los tres técnicos más grandes del baloncesto madridista, pero el alicantino es el culpable: contigo empezó todo, Don Pedro, como todos le llamábamos con un respeto que se ganó hace siete décadas. Los jugadores le llamaban Don Pedro en los años sesenta y todos le hemos llamado así siempre.
Llegó al Real Madrid en 1959, cuando el equipo de fútbol ya sumaba cuatro Copas de Europa, y elevó a la sección de basket al mismo nivel. Pedro Ferrándiz es el verdadero responsable de que el Real Madrid tenga dos vetas para la leyenda: el equipo de fútbol y el de la canasta.
Precisamente una canasta decidida por «Don Pedro» desde el banquillo y anotada por Alocén en su propio aro provocó una revolución mundial en este deporte. Esa determinación del técnico madridista fue un ejemplo de su inteligencia suprema.
Jugaba el Real Madrid el partido de ida de octavos de final de la Copa de Europa en Varese y el marcador estaba empatado a falta de pocos segundos. Las lesiones y el cúmulo de faltas personales acumuladas hacían temer a Ferrándiz que si el partido iba a la prórroga los italianos podían ganar por mucha diferencia, una desventaja que después habría que remontar en el duelo de vuelta en Madrid ¿Qué hizo Don Pedro? Le dijo a Lorenzo Alocén que marcara una autocanasta en el último segundo del encuentro, de manera que el conjunto español viajó a España con solo dos puntos de desventaja.
Ferrándiz era muy listo. Sabía que la normativa de la FIBA no prohibía esas cosas. La grandeza de su decisión fue el monumental enfado que expresaron los italianos en la cancha. Sabían que el técnico español les había metido un gol por toda la escuadra. En efecto, el Real Madrid remontó la eliminatoria con facilidad en el duelo de vuelta disputado en el inolvidable pabellón de la antigua ciudad deportiva.
Fíjense si la autocanasta tuvo trascendencia internacional que la FIBA cambió el reglamento a partir de ese momento y expresó oficialmente que esa jugada quedaba prohibida para siempre. Sólo hubo una en la historia oficial del baloncesto y la decidió Pedro Ferrándiz con una inteligencia más allá de lo normal.
Se nos ha ido el entrenador más laureado de la historia del Real Madrid de baloncesto. Nacido en Alicante, Ferrándiz fue el creador y artífice del gran Real Madrid de los años 60 y 70, al que entrenó en tres etapas entre 1959 y 1962, de 1964 a 1965 y de 1966 a 1975. En ese tiempo forjó una leyenda construida sobre doce Ligas españolas, once Copas y cuatro Copas de Europa, además de tres subcampeonatos continentales. Posteriormente dirigió a la selección española de baloncesto durante un año
El Real Madrid de Ferrándiz, jugado en la cancha con Lolo Sáinz, Clyfford Luyk, Wayne Brabender, Walter Sczerbiak y Juan Antonio Corbalán, rompió con la hegemonía del baloncesto soviético que habían implantado el CSKA de Moscú, el ASK de Riga y el Dinamo de Tbilisi en los primeros años de la competición.
Ferrándiz figura en el Naismith Memorial Basketball Hall of Fame, al que ingresó en 2007. Forma parte del Salón de la Fama de la FIBA y del Salón de la Federación Española de Baloncesto. Estos tres reconocimientos simplemente corroboran su relevancia mundial en este negocio. Su legado será eterno, no solo por sus títulos, sino por su espíritu de innovación y por ser un visionario del juego, una figura única que cambió y revolucionó este deporte.
Se nos ha ido un amigo del que aprendías constantemente, , un tipo muy listo que nunca pasaba indiferente y que siempre tenía una opinión distinta de cualquier cosa que se le cuestionara. Allí arriba en el cielo ya está preparando un partido contra el equipo de Díaz Miguel. Y ya le ha dicho a Alocén, que llegó al cielo hace siete meses, que se prepare para hacer otra autocanasta, porque la FIBA no tiene potestad allá arriba. Y Díaz Miguel, con su sonrisa y sus gafas, ya le ha dicho que de eso nada.
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